Atsushi se dio cuenta que se había enamorado
Ryunosuke se dio cuenta que se había enamorado
El internet a veces puede ser tu mejor amigo cuando eres inexperto en tener relaciones sexuales con tu pareja homosexual.
¿Que más puedo decirles? Otro Fan...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Atsushi y Akutagawa esperaban visitas de sus superiores: Dazai, Chuuya, Ougai y Fukuzawa.
Atsushi aún no se bañaba para arreglarse, seguía con la cocina, Akutagawa estaba terminando de limpiar todo, y pues, claro, las ideas solo venían. Atsushi estaba terminando de rellenar al pavo y Akutagawa estaba pensando en rellenarlo a él.
El mafioso llego desde su espalda y lo abrazo, Atsushi lo miro – Ryu ¿Qué pasa?
— ¿te había dicho que te vez muy sexy hoy?
— ¿qu-que? No
— Déjame quitarte la ropa
— No Ryu
— Por favor, solo quiero verte sin ropa y ese delantal
— De a-acuerdo, - lo miro – desvísteme, aún tengo mucho que hacer
Akutagawa sonrió, bajo sus manos por su camisa de botones, fue quitando uno por uno mientras metía sus manos juguetón, apretaba sus pezones y acariciaba su pelvis, quito su camisa y la tiro al suelo, así fue como fue por su pantalón, lo desabrocho acariciando su miembro por encima de su bóxer – aah... Ryu... No seas tan
— Sssh, hago lo que me pediste, así también te ahorras tiempo para el baño
Akutagawa termino bajando su pantalón y su bóxer dejándolo únicamente con pantuflas y el delantal, Atsushi lo miro sonrojado – Ryunosuke, me dejaste desnudo
— Era el punto – menciono. – anda sigue cocinando, tus nalguitas se ven blancas y brillantes.
Atsushi se tapó avergonzado, pero entonces, Ryunosuke quito sus manos – no me quites la vista o me enojaré y llamaré a Rashomon, anda, cocina amor
El agente se sonrojo – n-no quiero
— Oye te estoy diciendo que cocines o te lo haré
— Pe-pero no quiero co-cocinar
El mafioso entendió, su amante era así de simple, - ¿quieres que yo te cocine?
— Ajam...
— Metamos ese pollo en el horno
— Es un pavito amor
— Mételo
Atsushi comenzó a reír, metió el pavo en el horno precalentado, el azabache lo tomo de la cintura dejándolo sobre la mesa de la cocina - ¿Cuánto tiempo para el pavo?
— Cu-cuarenta minutos
— Dazai-san y los jefes llegan en 30
— Si da tiempo
— Gatito travieso.
Akutagawa no se tardó mucho, busco el aceite de cocina para abrir al albino rápidamente, Atsushi no paro de gemir, se sentía viscoso, además, estaba nervioso, acababa de cocinar en esa mesa, todavía había cosas, lo único que hizo fue pasar los cuchillos al lava trastes mientras Akutagawa lo abría.
El azabache tomo sus glúteos y respiro fuerte en su cuello – ah... ¡aah! Ryunosuke – le llamo excitado
— Hueles a especias – menciono
— Mmgh... aaah... Ry-Ryu, hazme pavito
Akutagawa intento no reír, introdujo su miembro lentamente, una vez que su interior había tomado su forma, comenzó a moverse, Atsushi chocaba con el borde de la mesa, el delantal no le impedía tomar su pecho y mucho menos morder su espalda.
El agente tenía un canto mejor que el de sirenas, una melodía excitante y única a los oídos del mafioso.
Sus embestidas habían avanzado y el mafioso había puesto al menor recto, sin poder moverse mucho, Atsushi comenzó a agarrarse de los costados del mayor rasguñándolo ligeramente, habían logrado eyacular juntos, Atsushi sentía como todo su cuerpo temblaba
Akutagawa estaba cansado y agitado, se acercó besando su mejilla – ven pequeño gatito, te daré un baño
— N-no olvides limpiar
— No amor.
Minutos después, un baño y un arreglo rápido en prendas combinadas, el Shin Soukoku estaba listo para recibir a sus jefes.
Los cuatro habían llegado casi al mismo tiempo, entraron alegres y fue cuando obviamente Dazai tenía que hablar – vaya, este lugar sí que huele a sexo ¿lo hicieron antes de que llegáramos?
Atsushi se había puesto completamente rojo, Akutagawa tocio.
Todos se sorprendieron al ver a Atsushi patear al azabache en su espalda - ¡TE DIJE QUE LIMPIARAS! – se quejó. Akutagawa se había rendido ante el tigre hace mucho.