Tras salvar al joven pelirrojo de una muerte segura, llegaron los equipos de rescate.
Shirou había desistido de separarse de su salvadora rubia, por lo que Arturia tuvo que estar al lado de Shirou mientras revisaban el estado del pequeño pelirrojo.
A Arturia también le hicieron un chequeo: ambos estaban bien, y la rápida reacción y aguante de la rubia fue un factor determinante.
Tras arreglarlo todo, llegó el momento de las explicaciones: al parecer uno de los alumnos le mintió a Shirou para ir al árbol con la excusa de un supuesto papel importante, sin saber que podría haber llevado a la muerte del pelirrojo (aunque este aceptó la disculpa y pidió que no saliera de allí, ya que no sabía lo que iba a pasar después), por lo que un castigo fue impuesto al chico, que no se quejó.
Tras presentarse con el falso nombre de Amelia Watson, Arturia le prometió un reencuentro a Shirou, y, tras varias horas hasta llegar al ayuntamiento de la ciudad, decidió pedir información sobre Shirou Enjou (al parecer, ese era su apellido original), descubriendo que, apenas unos meses después de nacer, sus padres fallecieron en un accidente automovilístico, quedando huérfano el pequeño y yendo al orfanato casi de inmediato.
Arturia, tras saber esa información, decidió asegurarse de la época actual: era la misma en la que ella e Irisviel lucharon contra Diarmuid.
Viendo que, si su presencia cambió la línea temporal, podría poner en peligro al niño, decidió mantenerse cerca de este adoptándolo.
Era la apuesta más segura del momento.
Con los papeles arreglados y un alegre Shirou a su lado, compró una casa con el dinero que, por alguna razón, siempre guardaba para emergencias en su línea temporal. Habían podido asentarse bien y habían pasado unas horas de conocerse (Arturia conoció a Shirou post barro negro, pero nunca al pre barro negro) hasta que llegó la hora en la que Iskandar ya debería haber detenido su duelo con Diarmuid.
- Shirou, varias noches saldré a hacer recados largos. Quiero que cuides este fuerte, ¿De acuerdo? - dijo de forma suave con una sonrisa.
- ¡Sí, mi capitana! - exclamó entusiasmado el pelirrojo antes de recibir un cariñoso abrazo de Arturia.
Cuando salió de la casa, su forma física desapareció para ser un "polvo" de color azul, rojo y dorado... Un truco que dominó con los años.
Ahora vemos los muelles, donde el lugar era ocupado por:
Nuestra querida homúnculo Einzbern, dos Lancer (uno masculino y el otro femenino, esta última había sufrido una herida maldita en su muñeca izquierda, en su tendón, aunque dijo que, por estar concentrada en su hija recibió otra vez esa herida, algo que causó leve confusión), un Saber con armadura plateada y roja y un musculoso y bronceado Rider acompañado de su Master un poco joven. Para poner la guinda en el pastel, Iskandar ya había gritado a los Servants escondidos que se presentaran.