Yoo Yeonha vislumbró el interminable mar de monstruos en su nublada visión.
Uno, dos, tres...
De nuevo, uno, dos, tres....
No pudo seguir contando por mucho tiempo, ya que todo se sentía como un sueño lejano para su conciencia adormecida.
Sin embargo, había una cosa de la que estaba segura. Eso fue que no sobreviviría contra este ejército de monstruos sedientos de sangre.
Criaturas como bestias gruñeron, mostrando sus negros dientes. Alucinó a uno de ellos mordiéndole el cuello mientras su conciencia se desvanecía.....
Pronto, cuando abrió los ojos, vio a un hombre parado frente a ella.
Más allá de él yacía un ejército de monstruos.
Parecía pequeño, como una mantis religiosa de pie frente a un edificio colosal.
Él solo no debería ser capaz de soportar ese mar oscuro. Pero sólo él debería ser capaz de escapar.
Ella obligó a su brazo inmóvil a moverse y se agarró a su manga. Luego, habló débilmente.
-Déjame.... y corre.....
Sin embargo, el hombre no la escuchó, y le devolvió una cálida mirada.
-No te preocupes y duerme.
Su profunda voz resonó suavemente junto con su cálida sonrisa.
-Se habrá acabado para cuando despiertes.
Su mano se acercó y cerró los ojos de ella.
Su visión se volvió negra.
Dentro de sus párpados cerrados, comenzó a ver un mundo de sus sueños.
Fue el mismo sueño que siempre tuvo.
Había logrado el éxito, y varias personas se inclinaban ante ella. Gente que la ignoraba y la despreciaba, gente que se burlaba de su clan como si fuera un perro de caza.... Todos estaban arrodillados ante ella.
Este era su deseo más ferviente, uno que tendría que cumplir sola.
Este era su sueño, uno al que no podía renunciar.
Lentamente, abrió los ojos.
Cuando la oscuridad se desvaneció y la luz entró en sus ojos, ella vio su espalda.
Ella... no podía recordar su nombre.
En sus manos se encontraba un rifle de asalto, un arma producida en masa que no podía disparar lanzas mágicas como artefactos de lanza o disparar golpes de espada como artefactos de espada.
Un ejército imparable se paró frente a este arma.
Debido a su conciencia aturdida, el tiempo parecía fluir lentamente.
El mar de monstruos corrió hacia él.
Bestias corriendo sobre cuatro patas, orcos corriendo sobre dos patas, arañas escabulléndose sobre ocho patas, serpientes arrastrándose sin patas, pájaros batiendo sus alas, cíclopes de un solo ojo disparando magia.
Todas estas bestias demoníacas formaron una sola ola, corriendo hacia adelante, listas para devorar y desgarrar todo.
Contra esta furiosa ola, el hombre levantó su arma.
Inmediatamente, un destello de luz estalló contra el granizo negro. El resplandor blanco comenzó a irrumpir ferozmente, sus balas volvieron el mundo blanco mientras retrocedía contra la ola negra.
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El Extra de La novela
AdventureAl despertar, Kim Hajin se encuentra en un mundo familiar pero con un cuerpo desconocido. Un mundo que él mismo creó y una historia que escribió, pero que nunca terminó. Se había convertido en el extra de su novela, un personaje de relleno sin impor...