El Extra de La novela

Capitulo 131

Cruce (2)

En una mansión iluminada por una lámpara tenue, un hombre estaba sentado en una silla leyendo un periódico.

Hablando objetivamente, era guapo. Tenía rasgos faciales nítidos y bien definidos que brillaban maravillosamente bajo la luz, y su expresión un tanto desagradable le daba una atmósfera pesada.

"Haa...."

Pronto, bajó la cabeza con un suspiro de preocupación.

En ese momento, la puerta del lado opuesto de la habitación se abrió de golpe, y una niña que llevaba una chaqueta de cuero entró.

"¿Qué, pasó algo?"

Murmurando burlonamente, se sentó junto a él y se burló.

"¿Has gastado todo tu dinero en apuestas otra vez?"

"...Sí. De todos modos, Sahyuk, ahora tienes una pequeña cicatriz en la frente. Apenas se nota".

El hombre respondió con calma al tono burlón de la chica. La chica reaccionó enojada.

"¿Qué?"

"Ya sabes, ¿dónde te golpeó la moneda de ese chico? Recuerdo que tratabas de quitártela con furia".

El recuerdo de ese día brillaba en los ojos de la niña.

Aunque habían pasado tres meses desde entonces, la furia y la humillación aumentaban en ella cada vez que pensaba en ello. Como la desgracia es algo que nunca antes había experimentado, permaneció en su mente vívidamente.

"No me hagas recordarlo."

La chica, Jin Sahyuk, apretó los dientes y advirtió al hombre. Sin embargo, parecía que el hombre no tenía planes de escuchar su advertencia.

"Nunca debiste dejar que pasara. Como siempre digo, no deberías sobre valorarte".

*Tak. El hombre dejó el periódico en sus manos. Jin Sahyuk miró al hombre sin prestar atención al sonido del periódico.

"Sahyuk, no me malinterpretes. Sigues siendo una novata, alguien a quien puedo matar con un movimiento de un dedo".

Al escuchar esto, las cejas de Jin Sahyuk temblaron. Se obligó a retorcer las comisuras de sus labios y habló sin miedo.

"Entonces inténtalo."

Los ojos del hombre parpadeaban fríamente.

Repitió Jin Sahyuk.

"Intenta matarme."

"...Hm."

"Pruébalo".

Como era de esperar, fue imprudente.
Sin elección, el hombre cerró los ojos y retrocedió con una sonrisa.

"Lo siento, estaba un poco nervioso hoy."

Al escuchar su rendición, Jin Sahyuk pareció haber sido apaciguada un poco, pero pronto volvió a hablar del tema.

"... Puedo ganar si vuelvo a pelear con él."

"Eso es lo que tú crees".

"Sólo lo estaba subestimando."

"¿Así que perdiste por una sola moneda?"

“….”

Jin Sahyuk cerró la boca. No se le ocurrió ninguna manera de refutarlo.

Hace tres meses, ese hombre barbudo había usado una sola moneda para empujarla hacia atrás y dejar una profunda marca en su frente. Aún así, le resultaba difícil creer que una moneda pudiera tener un poder tan destructivo. La marca que recibió no desapareció durante un mes, por lo que se sintió demasiado avergonzada como para salir a la calle.