Capítulo 193. Jerarquía (1)
Un solitario castillo se encontraba en un acantilado en algún lugar cerca del mar Mediterráneo. Estuvo allí durante cien años sin pertenecer a nadie antes de que un hombre rico la comprara como su casa para sus vacaciones hace un año.
Su aspecto conservaba el estilo de la Edad Media.
Pero en contraste con el elegante exterior, por dentro estaba completamente vacío.
En una sala sin un solo mueble, se está celebrando una conferencia.
"... Hubo cierta resistencia, pero logramos nuestro objetivo."
La secretaria de traje se inclinó.
"Eso es bueno."
Una suave y sólida voz llenó la habitación en respuesta.
"Lo hiciste bien."
"... Muchas gracias, Presidente."
En la parte más profunda del antiguo castillo había un solo trono.
Allí estaba sentado un anciano.
Su nombre era Joochul, también conocido como Changdo, el dueño de Daehyun, que ejercía una gran influencia en toda Corea del Sur, y el jefe de la familia Chae, considerada una de las familias más prestigiosas.
Chae Joochul se sentó, llenando la habitación vacía con sólo su presencia y presión.
"Sin embargo, aún no podemos identificarlos. Son demasiado humanos para ser considerados Djinns, pero demasiado violentos para ser considerados humanos".
Hoy, el reporte de la secretaria fue inusualmente largo.
Algo que no era ni Djinn, ni monstruo, ni humano.
Algo más fuerte que los Djinns pero con una inteligencia igual a la de los humanos.
Chae Joochul escuchó con los ojos cerrados y agarró el bastón junto a su trono.
"... Seres extraños."
*Koong.
El bastón de Chae Joochul tocó el suelo.
Inmediatamente, una onda de choque se disparó. El poder mágico de la atmósfera tembló, haciendo temblar a todo el castillo.
"La Asociación existe para ocuparse de esas cosas. Déjaselo a ellos".
"Entendido".
La secretaria asintió con respeto.
"También hay otro asunto que requiere su atención Presidente."
Esta vez, apareció un holograma extraño.
Al ver esto, la cara de Chae Joochul mostró un ligero cambio. La luz parpadeó en sus afilados y fruncidos ojos.
[Loto Negro]
Era un símbolo que Chae Joochul ya conocía.
Simbolizaba que los niños que se habían dispersado hacía mucho tiempo habían reanudado sus actividades. Al mismo tiempo, simbolizaba el rugido del retorno de una mascota que había abandonado.
Sin embargo, Chae Joochul no sintió nada. Su latido estaba tan lento como siempre, y su piel sin emociones estaba fría como el hielo.
"Estamos en proceso de contactar con gremios y agencias de información para obtener información sobre él."
“….”
Chae Joochul extendió la mano sin decir palabra, y la secretaria le puso una pila de documentos en la mano.
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El Extra de La novela
PrzygodoweAl despertar, Kim Hajin se encuentra en un mundo familiar pero con un cuerpo desconocido. Un mundo que él mismo creó y una historia que escribió, pero que nunca terminó. Se había convertido en el extra de su novela, un personaje de relleno sin impor...
