Capítulo 24

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Es un defecto común de los hombres no preocuparse por la tempestad durante la bonanza. - Nicolás Maquiavelo.




2 años atrás

26 de julio

San Antonio, Florida

Mónica y yo había adquirido una casa familiar con un pequeño establo en la ciudad de San Antonio, íbamos allí cuando queríamos tomarnos unos días, a veces la rutina nos cobraba factura, últimamente mi pasa tiempos favorito era jugar videojuegos allí quemabas las malas energías de forma espectacular. Recosté mi cuerpo al espaldar de la silla mientras iniciaba la próxima partida

- ¿Quién lo diría? Tu jugando videojuegos - Gire mi cabeza

- Buen día - Salude cálidamente - Solo quería desestresarme

- Levántate ¿Vas a perder tu día de verano como los ñoños gorditos y antisociales?

- No, solo esperaba que te despertaras - Apague el ordenador y me levante de allí

- Me iré a dar un baño ¿No tienes que hacer llamadas?

- Pueden esperar, por un día no van a enloquecer, mejor apúrate para que vayamos al establo, te tengo un regalo

- ¿Qué es?

- No te lo diré, entre más te demores peor será. ¿Por qué las mujeres son demasiado curiosas?

...

Ella camino colina abajo se encontró a Dante vestido con una camisa tipo polo, pantalón color caqui, unas botas pantaneros sucias, él estaba platicando con uno de los trabajadores mientras bebían limonada

- ¿No pudiste esperar a tu esposa- Pregunto Mónica molesta

- Quería ver algo en el pozo que estaban construyendo - Mónica saludo al trabajador a la par se retiro

- ¿Qué es lo que querías mostrarme guapetón? - Dante llevaba una barba de varios días un poco blanquecina al igual que su cabello

- Ven acompáñame - Dante estiro tu brazo, Mónica con gusto la acepto y lo acompaño hasta el establo, a medida que se acercaban al extremo de este la sonrisa de Dante en ensanchaba - No te vayas a alarmar

- ¿Que paso? - Al llegar vieron Dalia la yegua favorita de Mónica acostada mientras acicalaba a un pequeño potro - Ay ternurita

- ¿Cómo le piensas poner? Es macho - Mónica se arrodillo y abrazo al pequeño

- Yo pensaría... ¿Porque no le damos este pequeñín a Thomas? - Dante resoplo

- No se sabe cuidar de sí mismo como para cuidar a este pequeño. No

- Dale una oportunidad

- Ya te dije que no

- Y yo digo que sí, yo a su edad aprendí a ser responsable...

- Porque te casaste conmigo - Interrumpió Dante - No trates de justificarle que eso no te queda. No arruinemos el momento

- No, me niego, vas a darle el caballo a tu hijo, así aprenderá a ser más responsable

- A sus 24 años y no sabe de esa palabra. No debí malcriarlo, Marcus ha sabido valorar todo lo que le he dado y lo que el propiamente ha conseguido

- No todos son iguales, Dante ¿Albert es igual de terco y sobreprotector que tú?

La Atrocidad De Sus  Ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora