Despierta, "instrumento".
Una niña yacía dormida en el suelo de la habitación.
Dios dio la orden, y ella la cumplió a la perfección.
Como todos los días; tardo exactamente 8 segundos en ponerse de pie.
DEBER #1: Cierra los ojos, un amigo viene a con...
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3-4. CONOCIENDO EL COLOR VERDE
—DEBER #1: Por favor, Despierta. —La voz rasposa de Dios anuncio. —Hoy no recibirás premios. —Añadió al final.
Todos podemos observar que hay una niña completamente sola dentro la habitación. Luce demasiado infantil, de músculos inexistentes y mejillas algo regordetas. Probablemente ni siquiera ha salido de la infancia. Sus labios y nariz aún están en desarrollo, pero ya comienza a ser visible la maqueta de lo que un futuro se podría convertir en una muy guapa mujer.
Su nombre es "White". Ella era definitivamente era una niña extraña. Pocos días después de que White cumpliera 5 años había intentado suicidarse.
Ella se despertaba. sí, pero distraídamente.
Caminaba, sí, pero descuidadamente.
Completaba sus deberes, sí, pero despistadamente.
Hacía lo que le pedían, pero de una manera lenta, muy lenta. Como si no tuviera suficiente energía. Como si se tratase de un cadáver muerto. Como aquel que se sujeta a los agarres de resguardo del tren por mera inercia.
Hace tiempo, cuando se le dio el deber de "dormir", ella actuó como si se hubiera acomodado para conciliar el sueño en su cama. Pero al cabo de unos minutos repentinamente se llevó sus dos manos a su delicado cuello de pato y apretó. El calor comenzó a dejar de fluir y empezó a perder lentamente la conciencia. No ceso su agarre en ningún momento. Como si lo que estuviera haciendo fuera lo más natural y razonable del mundo. Como si no le permitiera a la vida arrebatarle su oportunidad para dejar de existir.
Sus oscuras cuencas giraron hacia arriba hasta dejar de ser visibles. Cuando llego a este punto el cerebro de la niña no pudo soportarlo más.
Cayo bruscamente en la colcha. Inconsciente. Su cuerpo la había obligado a perder la conciencia para evitar que se destruyera a sí misma.
Cuando finalmente se desmayo toda la escena se puso oscura con naturalidad. Fue en ese momento que una voz la despertó. Al parecer y para tristeza de su ser, todo había sido producto de su imaginación. Tan solo estaba recordando un recuerdo del pasado.
—DEBER #1: Por favor, Despierta. —La voz rasposa de Dios anuncio. —Hoy no recibirás premios. —Añadió al final.
Todos los días White se despertaba. Ponía los dos pies sobre el frio suelo y seguía delicadamente las instrucciones que Dios le imponía. Comía los bombones que recibía sin ninguna expresión en particular y con suma lentitud. Siempre tardaba 3 segundos en levantarse y siempre pestañeaba 7 veces antes de quitarse su estado adormilado.
Sin embargo, eso no era relevante; en realidad había algo inquietante en su ritmo y forma de moverse, que transformaba, ciertamente, en algo que no podrías considerar placentero el observarla.
