Two

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El sol de volvía a ocultar y no lograron encontrar respuestas de nada, se sentían enfadados y decepcionados, se conformarían con saber el por que estaban en ese lugar, solo eso.

-Creo que vi una luz por el camino de la izquierda-Informo Juan-.

-Es raro, yo vi algo parecido y aun que parezca que quiero estar en tu contra la vi en el camino de la derecha-Hablo Spreen algo confundido-.

Ambos cruzaron miradas, intentando adivinar lo que el otro pensaba, debían decidir un camino y sabían bien que si abrían la boca iba a terminar seguro en alguna tonta pelea.

Funciono, pues cuando apartaron la mirada cada uno camino por su lado.

[...]

-Fue la peor idea-se quejo el hibrido oso pateando una de tantas rocas del lugar-.

Ya había llegado al lugar donde vio la luz pero resulto ser una tontería, una antorcha, no varias, solo una puta antorcha.

Suspiro cansado, esto no le daba respuestas.

Un ruido entre los arbustos lo hizo dejar de respirar, estaba muy seguro de que Juan no lo había seguido, si no era su compañero entonces podría ser tan malo como algo tan bueno.

No le dio mas tiempo de debatir mentalmente, un gato blanco salto hacia el.

-¿Pelusa?-el gato maulló-¡Pelusa!-abrazo al animal con fuerza, claro que sin lastimarlo-.

Al fin algo mas vivo aparte de el y Juan, se sentía en paz por primera vez en todo el tiempo que llevaba ahí, dejo al gato a su lado en el suelo, debía encontrar al hechicero para informarle de esto.

-Me alegra que estés aquí, no sabes todo lo que a pasado, estar con Juan es una pesadilla-suspiro, tal vez lo mejor no era hablar de esto con su gato pero necesitaba desahogarse con alguien-.

Pelusa maulló como diciendo "Continua".

-No se como salir de aquí, lo siento, menos mal tengo algo de salmón en la mochila, gracias a los dioses eres todo un glotón y siempre tengo que cargar comida para ti.

Estuvo conversando con su gato mientras ambos caminaban de vuelta al lugar de inicio donde se había separado de Juan.

No encontró nada interesante sobre el lugar donde se encontraban pero al menos tenia una compañía mas agradable a su parecer.

____________

Frente a el había una pequeña y extrañamente acogedora cabaña, entro sin mas, estaba seguro de que dentro no había bichos ya que el lugar estaba tan silencioso como todo a su al rededor.

La cabaña era mejor por dentro, estaba amueblado, no tenia los mejores objetos pero estaba bien para alguien que vivía solo o para pasar unas vacaciones familiares. Había una pequeña cocina, una biblioteca con un par de sofás y cerca de un ventanal una cama grande y a la vista de cualquiera cómoda.

Era extraño encontrar esto en medio de un lugar que no estaba habitado por nada ni nadie.

Vio una puerta pequeña puerta justo al lado de un mueble lleno de libros, esa puerta era lo único gastado del lugar, adornada por unas cuantas telarañas, se le hizo extraño así que la abrió.

Dentro había un escritorio lleno de libros, pero no libros normales, estos brillaban a pesar de que no había ni una pizca de luz dentro del lugar, tomo uno con mucho cuidado y leyó el titulo:

"Runas antiguas"

Parecía un lugar hecho para el, como si supieran lo que era.

Aquí tenia que estar la respuesta si o si.

[...]

Lo escucho hablar solo de nuevo, se empezaba a preguntar si el chico realmente sufría de esquizofrenia o algo parecido, sentía que estaba cada vez mas cerca hasta que lo vio a lo lejos entre un par de arbustos.

Pensó en gritar pero seguro espantaría al otro y se molestaría con el, se acerco lo mas rápido que pudo hasta estar a dos metros detrás de Spreen.

-Disculpe señor esquizofrenia, encontré algo que puede ayudar-no le pregunto ni explico nada después, solo lo tomo se la muñeca con intención de arrastrarlo a la cabaña-.

-¡Ey! No soy esquizofrénico-se quejo mientras se dejaba llevar por el otro-Oh, es verdad, te presento a Pelusa- señalo con su mano libre al suelo-.

El hechicero miro a donde se le indico y no había nada, se preocupo por esto, dejo de caminar y se acerco al otro aun sin soltar su brazo coloco su otra mano en la frente del chico.

-Creo que tienes fiebre.

Spreen le dio un manotazo retirando la mano del otro de su cara.

-No bobo, pelusa esta en mi mochila-solo se pudo reír de Juan por la preocupación de este-.

Un maullido se escucho y un par de orejas blancas se asomaron por la mochila.

-Mira tu, igual sigo pensando que tienes un problema con hablar solo-Dijo de nuevo retomando su caminata aun jalando al hibrido, pero algo mas cerca-.

-¿Y que encontraste?-se animo a preguntar-.

-Te va a encantar, hoy se duerme como se debe y puede que dentro de poco salgamos de este lugar.

-Confió en ti.

Spreen confiaba en el, eso le hizo sonreír y sentir unas ganas enormes de abrazarlo, solo se limito a asentir y no borrar su sonrisa en todo el camino.

Otro Mundo A Tu Lado [Spreen x Juan] TortillalandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora