Seven

4.4K 460 37
                                    

-Solo nosotros tenemos la capacidad de volver...

-Si.

-¿Y como hacemos eso?

-Es algo que yo no entiendo aun, según Heberon ustedes regresaran cuando no tenga nadan por que estar aquí-dijo el mayor desconcentrado mirando a los dos chicos frente a el-¿Tienen algo importante aquí como para no querer irse?

"No" dijeron ambos a la vez.

-Bueno, Pelusa esta aquí-señalo Spreen a su mascota-.

-Oh si, el puede estar, cosa de mascotas inmortales-le resto importancia-Me tengo que ir chicos, los dioses solo me permitieron informarles su situación, me alegra que estén juntos y en buen estado, creo.

Se despidieron del mayor prometiendo hacer todo lo posible para regresar y Spreen en especial le pidió que le dijera a Carre que no se preocupara tanto por el y que volvería pronto.

[...]

-La cabaña es linda.

-¿Enserio piensas que estas aquí por una cabaña cuando tienes un puto santuario del tamaño de la Torre Eiffel?

-Cierto, es tonto.

-Yo creo que estoy aquí por que-medito un poco su respuesta-Puedo descansar de construcciones y paso tiempo con mi mascota, no me tengo que preocuparme por negocios.

-¿Por que lo tuyo si tiene sentido?-se quejo cruzando sus brazos molesto-.

-No se, es lo que siento, supongo.

Pero mentía, solo lo dijo por decir, a el le encantaba construir, la pollería era uno de sus mas grandes sueños, estaba tan confundido.

Salió de la casa dejando a Juan confundido, necesitaba pensar y que mejor lugar que el lago, era tranquilizante con el sonido de la corriente y los grillos. Pelusa salió detrás de el, nunca dejaba a su dueño solo desde que llego, aunque no se entendían mutuamente sabia que Spreen necesitaba hablar con alguien que no fuera el mago.

Se sentó a la orilla de este, se quito los tenis y sumergió sus pies balanceándolos al ritmo de una canción que cantaba en su mente, su mascota se sentó a su lado mirando cada movimiento del otro.

-Lo sabes ¿No es así?-hablo teniendo su mirada fija en una mariposa azul que revoloteaba por los alrededores-Se que no me entiendes pero se que lo sabes, tuviste razón.

Pelusa no hizo ningún sonido, ni si quiera se movió esperando a que el otro dijera mas, pero solo hubo silencio.

[...]

Juan se deslizo lentamente por el gran troco del árbol donde estaba escondido observando al hibrido oso unos momentos antes. Recargo su cabeza cerrando los ojos pensando, Spreen decía cosas raras seguido pero esto sonaba muy serio y eso solo torturaba a su mente.

Debió salir detrás de ese árbol y sentarse junto a el, decirle que no lo juzgaría por su verdadero motivo y tal vez, solo tal vez le diría que el motivo por el que el se encontraba en ese lugar era por el, por Spreen, por que le encantaba estar a su lado y no soportaría el tenerlo en otro pueblo, necesitaba tener esas sonrisas que le dedicaba el otro al despertarlo de mala manera pero que a el le hacia feliz.

No sabia cuanto tiempo estuvo así, fue hasta que algo suave se posaba en su mano, eso hizo que abriera los ojos, ya estaba anocheciendo. Miro bajo el y se encontró con la mirada de Pelusa, maullaba y tocaba su mano repetidas veces con una de sus patitas tratando de llamar su atención, lo acaricio un poco y después se paro de su lugar.

-Creo que tenemos que irnos amigo-miro hacia el lago, no había nadie-Viniste a buscarme-murmuró empezando a caminar con la mascota del otro a su lado-.

[...]

El hibrido oso miraba por la ventana de la cabaña con desespero, caminaba de un lado a otro, se mordía las uñas de los nervios, ya hace un buen rato que el hechicero no regresaba y eso solo lo ponía nervioso, si, confiaba en el y sabia que era capaz de enfrentarse hasta al mas grande monstro pero es que había veces que era muy tonto y no pensaba mucho las cosas antes de hacerlas.

Pelusa salió de la casa al notar que su dueño no le prestaba atención, supo que era por el otro chico así que fue en su búsqueda, no le gustaba verlo así.

-Eso es lo que mas me gusta de el.

Spreen escucho decir esto a lo lejos, se acerco curioso a la ventana estando casi seguro de que se trataba de Juan, parecía estar cerca, vio como este se fijaba en la ventana donde justo el miraba y se escondió rápidamente esperando a que no lo hubiera visto.

-Te voy a contar un secreto Pelusa-hablo el hechicero sin miedo de ser escuchado ya que el creía que no había nadie cerca pues afortunadamente para el hibrido oso no lo había visto-La verdad es que desde que llegamos supe por que estábamos aquí, bueno, supe por que estaba yo aquí.

El gato a su lado maulló y miro hacia la cabaña sintiendo la presencia de su dueño cerca.

-Si supiera que estoy aquí por el seguro me odiaría.

Spreen no lo hacia, se odia a el mismo, se acababa de enterara que Juan estaba en ese lugar por su culpa.

-Dejo de hablar, seguro Spreen esta preocupado por ti amigo-dio una ultima caricia a Pelusa para después llegar por fin a la cabaña.

No había nadie y la puerta que daba a el baño estaba extrañamente cerrada pero con las luces apagadas, sabia que el otro estaba dentro pero no le quiso tomar importancia por que tal vez Spreen se molestaría si insistía.

El día había terminado, con confusiones de por medio y un chico que dormía en la tina del baño tratando de pensar en todo y a la vez en nada.

Otro Mundo A Tu Lado [Spreen x Juan] TortillalandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora