One

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Llevaba un buen tiempo tratando de encontrar algo o alguien en ese lugar tan lindo pero tan eterno. Parecía no haber un fin, sospechaba que estaba dando vueltas sin encontrar algo pero no había mas que pudiera hacer.

El cielo empezaba a oscurecerse, si no encontraba señales de vida al menos una estructura le vendría bien para pasar la noche fuera de peligros.

-Dioses, no se que hice pero esto no me esta gustando, si es por la manzana de notch que guarde en mi jarrón les juro que la encontré en un ataúd, es legal, vale-Dijo esto hablando al cielo con desesperación-.

-¿Terminaste?

Spreen miro a ambos lados, al fin había encontrado a alguien, pero donde...

-Muéstrate-saco su espada, listo para cualquier cosa-.

-¿Sufres de esquizofrenia o algo parecido?

¡Juan! era juan...

No puede ser, de toda la gente que existía y conocía tenia que ser el hechicero de mierda.

-Eres tu...

-Lo mismo digo.

Giro los ojos, guardo su espada y se marcho. Juan lo siguió, aun que le molestara su presencia era la única persona que se había encontrado después de horas tratando de salir de aquel lugar.

-No te da la impresión de estar dando vueltas y no llegar a ningún lado-se animo a empezar una conversación-yo creo que lo mejor es buscar mañana, la luz del sol es mejor que una antorcha y creo que va a llover.

El otro no respondió, giro un poco adentrándose entre arboles hasta encontrar un lugar muy apartado del camino sentándose en el suelo, retiro su mochila y busco materiales para hacer una fogata.

Juan solo lo seguía y analizaba sus movimientos, fuera de que sentía un odio hacia el otro no iba a negar que le tenia algo de miedo (admiración) también, sabia por rumores que venia de un lugar muy diferente a Tortillaland, decían que combatía con hormigas gigantes, trolls del tamaño de una montaña, abejas reina con un veneno imposible de curar y si seguía mencionando mas cosas (Por que las había) le daría un ataque.

Perdido en sus pensamientos no se dio cuenta de que Spreen llevaba un buen rato buscando y picando algo de carbón, para la fogata que intentaba hacer. Juan busco entre sus cosas, el tenia y sin pensarlo lo tomo y se lo tendió al otro.

-Gracias-solo fue un susurro pero el hechicero lo escucho a la perfección al ser los únicos seres vivos de aquel lugar-.

-¿Necesitas ayuda?-se atrevió a preguntar-.

-No-coloco los materiales en la mesa de trabajo y rápidamente logro tener la fogata en manos y colocarla en medio de ambos-.

El hibrido oso coloco un par de pollos en aquella lumbre, necesitaban alimento.

-¿Tienes alguna idea de como salir de este lugar?

-El hechicero eres tu, creí que podrías hacer un portal o algo.

-Obviamente lo intente, no paso nada y sospecho que los dioses no están en este lugar así que esto va a ser mucho mas difícil de lo que parece.

-¿Estas aceptando que eres un mago de mierda y no eres nada poderoso?

-Pero vamos a ver-tomo aire-Mira pedazo de imbécil no pienso pelear contigo solo por que eres el único en este puto lugar de mierda-suspiro para después fijar sus ojos en el cielo estrellado, no quería pelear pero era imposible-.

-No te enojes-lo dijo de broma pero inconscientemente se formo un puchero en sus labios-.

Juan lo miro, mentiría si dijera que no pensó el lo tierno que se veía el otro con ese gesto en su rostro y no pudo cambiar sus pensamientos hasta quedarse dormido.

[...]

-Juan, Juan, despierta.

El hibrido oso sacudía al otro con intención de despertarlo, necesitaban encontrar algo que los ayudara a salir de ese lugar mientras el sol apenas salía.

Juan dio un par de vueltas aun sin despertar, solo balbuceaba cosas sin sentido, hace un buen tiempo no dormía bien y a pesar de estar en el frio suelo de un bosque se sentía de la mejor manera posible.

Pero Spreen no tenia tiempo para entender el sueño de Juan así que le dio una patada.

-Despierta imbécil-casi grito-.

-Spreen, te juro que apenas salgamos de aquí te voy a dar una paliza que tendrás que rogarle a Heberon para que te cambie de pueblo a uno inexistente-se sento con una mueca de dolor-.

-Ya, ¿Te puedes levantar?-le tendió una mano para ayudarlo a levantarse-Por favor-hizo o mas bien intento poner ojos tiernos-.

Juan lo miro molesto pero acepto, ahora ambos estaban de pie.

-Deja de hacer eso tonto, vamos-Comenzó a caminar sin tener una dirección en mente solo intentando ignorar la cara confusa del otro-.

-¿Estas bien? No es que me importe-se apresuro a decir lo ultimo-Pero te noto raro, si es por lo que dije ayer debo admitir que quería molestarte-jugo con sus manos, no pensaba admitir eso pero ya fue-.

-Solo olvídalo-se giro a verlo-Tu lo olvidas y yo lo olvido, todo bien.

No se dio cuenta de que estaba algo muy cerca del otro y su brazo tratando casi de rozar con el de Spreen.

No. Se alejo.

Otro Mundo A Tu Lado [Spreen x Juan] TortillalandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora