Stuyu Asui

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Punto de vista: Ojo, este no es el mundo de héroes con superpoderes. Aquí también hay héroes, pero estos no tienen capa ni son super.

Hace unos 2 años y medio que empezamos la U. A. Ya estamos en último año y todos han crecido que ni se imaginan. La madurez y los músculos marcados en sus cuerpos están conquistando al mundo.

Nos encontrabamos en una plaza, Tsuyu iba a mi lado desde hace bastante que salimos, a escondidas creo que hay que aclarar pero es igual.

Luego de misiones y un poco de trabajo nuestra fama había crecido. Eran muchos los que se encontraban detrás de Asui, pero ignoraba el hecho de que alguno fuera a insultarme solo por una leve cercanía.

— ¿No están muy cerca una de la otra? Son pareja? Que asco, Froppy se merece alguien mejor. — Una de las provocaciones más estúpidas que he escuchado. — Puedes decir Kero para mí, así como sapo, cómo haces niña — Disculpen mi ignorancia, pero a mí me sonó a insulto, tanto para mí, como para quien quiero siendo que ella se siente insegura de tales pequeñas cosas, y respirar de ello, no es algo que pueda permitir. No me voy a quedar sin responder. Además, cómo buena persona que soy, justo recorde la frase que nos dejó Britney.

— Ámame, ódiame, di todo lo que quieras de mi, pero ten en cuenta que ella ruega por follarme. — La cara de sorpresa impregnada de asco que formó el insultante me generó tanta satisfacción que no pude evitar acalorarme de la emoción. — Querías salir del closet, ¿cierto mi vida?

— No esperaba que te atrevieras; menos de esta manera — ahora con rapidez y orgullo la tomo de la mano.

— Prometí hacerlo. Y no fue tan difícil. Es más; disfrute, decirle eso. — La sensación de alivio y seguridad, rellenos de orgullo, sinceridad y emoción giraban cómo lavadora en torno a mi pecho; haciéndome sentir fuerte.

— Jsjsjsjs. ¿Enserio? — Me jalo de la mano y me dió un corto beso. Pues claro, yo mido 1'76 y ella con sus 1'56 no me alcanza sin que me agache. Ahora que lo pienso, son 20 centímetros, no es tanto en mi opinión.

— Gracias por el beso, bella dama. Si no le importa, ahora en estos momentos, ¿sería tan amable de acompañarme a un café?

— Si me invitas con tanta elegancia no puedo negarme.

— ¿Puedo llevarte?

— ¿Llevarme?

— Así. — Con la rapidez de una carrera, me agaché y le hice señas para que se subiese a mi espalda. Ella hizo caso a mi orden y se agarró fuerte de mi cuando me levanté con velocidad. —¿Te dió miedo ranita? — Ella asintió débilmente.

— Cuando las personas se levantan tan rápido se marean.

— Pero yo estoy con mi niña, no me puedo permitir marearme. Mi niña bonita. — finalicé con cariño.

Caminamos a una cafetería y allí pasamos la mayor parte de la tarde.

Chicas de BNHA x Lectora. || One Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora