Chicas de BNHA x Lectora. || One Shots.

Mirko (1/2)

Un pequeño aviso; este capítulo contiene menciones de abuso y traumas.

Si de deber se trata, los héroes siempre aparecen. Pues aquí va el caso de una heroína que salvó a una joven sin usar su capa.

En un campo, alejado de toda ciudad, de verdes pastos y grandes árboles se crío una joven de bellos cabellos y tiernos ojos de inocencia. Su nombre es T/n T/a. Es hija de un productor medianamente reconocido que llevaba vegetales frescos a las ciudades más cercanas.

Como un día cualquiera, la joven se levantó temprano con la aparición del sol y el canto de los pájaros. Se vistió con un vestido veraniego, de un color blanco gastado y un estampado es fresas. También agrego un sombrero floppy de color café claro.

Salió de su casa sin emitir ruido y se puso en marcha hacia a la ciudad más cercana. En la noche anterior, su padre había dicho que debía ir a hacer compras, así que al llegar a la ciudad se dirigió hasta la primera tienda a visitar.

Al entrar se encontró con que había poca gente, cosa que alivió los nervios de la joven quien fue a buscar lo que necesitaba para luego cobrar e ir a la siguiente dirección. Ya tenía la mayoría de los productos alimenticios que necesitaba, pero había varias especias que debía ir a comprarlas a lugares específicos, así que se dirigió hasta el mercado.

En el momento de llegada, notó la gran cantidad de gente que había, pero trato de mantenerse calmada. Había héroes por todos lados, y la gente pedía sus autógrafos o reía con ellos generando un ambiente familiar y pacífico.

Se dirigió a el apartado de especias y en el camino se encontró con varios hombres que parecían haber tomado.

— Que bella niña. — Comentó uno. El nerviosismo amenazó con desbordar y la joven comenzó a sentirse presionada e intimidada.

— ¿No querrás acompañarnos hasta ese callejón jovencita? — Dijo otro. A este punto, la joven ya temblaba levemente. Con un impulso, uno de los hombres la tomo de ambos brazos inmovilizando a la menor. Las lágrimas asomaron y un grito desesperado atrajo la atención de la heroína más cercana.

La boca de la menor fue tapada inmediatamente y con la velocidad de un rayo la levantaron para llevársela pero fueron interrumpidos por una mujer de traje y fuerte mirada.

— ¿Serían tan amables de soltarla? — Parecía furiosa. Los hombres inmediatamente soltaron a la menor y la mujer se lanzó a tomarla, gritando a sus compañeros para que no permitieran que los ebrios escapasen. Así fue como los otros héroes que se encontraban allí, atraparon a los mayores.

Al girar la vista la mayor noto como la joven temblaba y las lagrimas escapaban a cantaros por sus ojos. Su respiración era agitada y tenía una mirada de terror que impacto a la mayor.

— ¡Eh! Calma, ya esta. Esos hombres no te harán daño. — Al ver como estas palabras no lograban calmarla, comprendió, estaba teniendo una crisis emocional. Sin tener otra idea, la abrazó con delicadeza y la respiración al igual que los temblores de la menor comenzaron a disminuir. Agrego unas pequeñas caricias en la espalda creando un ambiente de seguridad para la menor, quien comenzó a tranquilizarse. — Ya, ya. Estoy aquí, nadie puede hacerte daño si estoy aquí. — Un leve rubor apareció en las mejillas agitadas de la contraria.

— Em... Gracias. Disculpa las molestias. — Su cambio de actitud, hizo dudar a la mayor de que esto fuese cierto y por precaución, insistió en acompañarla el resto del día.

Compraron lo que fue necesario en el mercado y ya en camino hacia la ultima estancia, la mayor se decidió a hablar.

— ¿Cual es tu nombre y edad?