Hellsing.

Capitulo 31. "Nada"

NARRA AARON.

¿Qué quería? De verdad me estaba hartando.

Zoë no deja de mandarme mensajes y llamadas que en verdad no quiero contestar.

-Hermano, debes dejar de ignorarla. -Dallas me propuso.

- ¿Por qué? Solo me trae problemas con Olivia.

-Pero puede ser importante. -Dijo mientras le daba otro mordisco a su manzana.

En el fondo, mi amigo tenía razón.

-Está bien. Pero será la última vez.

Entramos a la clase de música para encontrarnos con la profesora, la cual era un demonio. Pero no me quejo, me gusta escuchar la música, me gusta interpretar la música, me gusta el canto y todo lo relacionado con ella.

Pero solo como hobbie.

Al entrar a la sala con mi guitarra al hombro, me senté al lado de Olivia.

-Hola. -La saludo.

- ¡Aarón! -Sonríe para unirnos en un abrazo. -No te he visto en todo el día. -Ríe.

La verdad es que quedé embobado con su sonrisa y solo me dediqué a mirarla por los siguientes segundos... o minutos.

-Hellsing. -Escuchó mi nombre. La profesora. -Cuarta vez que lo llamo.

-Presente. -Respondo volviendo al mundo.

-No. Eso ya pasó hace rato, venga para acá. -Explica.

Oh dios, ¿Cuánto tiempo me quedé en las nubes? Sacudí mi cabeza algo atontado para levantarme de mi asiento y caminar hacia ella.

-Quería informarle que usted fue elegido para representar al colegio el viernes en la ceremonia de deportes, como músico. -Comenzó.

- ¿Ceremonia de deportes? -Ladeé la cabeza, confundido.

-Si, es una premiación a todos los deportistas del instituto y necesitamos estudiantes que hagan la música de fondo, usted y unos cuantos más fueron elegidos.

-Pero, yo soy futbolista. -Expliqué.

Ella me miró por unos segundos, desconcertada. Luego revisó sus papeles.

-Aquí dice Aarón Hellsing como guitarrista. -Apunta y luego suspira molesta. -Diablos, tendré que conseguirme otra persona que lo reemplace. Gracias, Aarón, puede ir a sentarse.

-Está bien. -Me giré sobre los talones para caminar de vuelta a mi puesto.

¿Ceremonia de deportes? Debo investigar más del tema.

- ¿Qué te dijeron? -Oli me cuestionó apenas me senté a su lado.

-Puras idioteces. -Reí.

-Hey. -Me empujó levemente. -No digas eso. -Se unió a mi risa.

Estuvimos carcajeando unos segundos para después mirarnos a los ojos fijamente.

-Te quiero. -Confesé.

-Y yo a ti. -Concluyó.

Cuando llegué a mi casa, de vuelta de clases, mi celular volvió a vibrar. Una llamada entrante.

Zoë.

Suspiré y recordé las palabras de Dallas.

- ¿Hola? -Respondí.

-Aarón. Por dios, al fin contestas. -Su voz seguía siendo la misma de siempre. - ¿Cómo has estado?

-Bien. ¿Qué sucede? ¿Por qué me buscas tanto?