Una Espía En Cubierto

Capítulo 10.- Tu Mirada, Tiene Algo Diferente

Invite a Alex a salir de la piscina, quizás desde que hora o cuanto tiempo, se mantuvo en el agua, era peligroso ya que podía agarrar un resfriado.

Se negó a volver a la agencia a descansar, así que llamé a mis padres para que nos recogieran y nos llevaran a casa, por lo menos hasta que toda la situación se calmara y Alex recuperará energía.

Al llegar a casa, lo dirigí a mi cuarto, para que se acostara y tomará algo caliente.

Sabía que pasaría el día completo allí, así que debía buscar un nuevo hospedaje y no sería el dormitorio de Fer.

Al anochecer tuve que ir a dormir con mis padres.

-¡GGGH!

Eran pasadas las diez de la noche y los ronquidos de mi padre, no me dejaban conciliar el sueño.

En el momento que ya estaba por quedarme dormida, dejaba de sentir la respiración de mi padre, me preocupaba, abría los ojos y después volvía a roncar.

Me levante de la cama y me arrastre hasta la orilla con la intención de salir de la habitación y poder sentir el silencio de la noche.

-¿aún no te duermes? - me preguntó Juan, cuando me vio salir del cuarto. El traía en su mano derecha, un vaso con agua.

-No, con los ronquidos de papá, se me hace difícil conciliar el sueño y ¿tú?

-Baje a buscar un vaso de agua, pero ya me voy a dormir - se giro para empezar a caminar, pero se detuvo cuando sintió que lo tome de la manga de su pijama, lo que hizo que el se girará para mirarme.

-¡Ay no! - susurro.

-Por favor - hice cara de gato con botas.

El rodeó los ojos y suspiro.

(...)

-¿Estás cómodo? - mire a Juan, por sobre la cama, el había hecho su propia cama de sábanas en el suelo.

-Todo sea por ti hermana -me miró y sonreí.

-Sabes aún queda espacio.

El ni lo pensó, incluso llegue a pensar que estaba esperando ese momento. Se levantó del suelo, abrió la primera tapa de la cama y se acostó de prisa dándome la espalda.

-Aww, como cuando eras pequeño y no te gustaba dormir solo.- Volví a sonreír.-Aún recuerdo cuando me ibas a buscar a la habitación de Fer.

El río leve y se acomodo en la cama.
-Hermana, ¿Quién crees que será el que esté detrás de todo esto?

-No tengo ni la menor idea Juan. -lo abracé.

-Es un pensamiento que no me deja dormir por las noche - sonrió leve. - ¿tienes algún pensamiento que no te deja dormir por las noches?

Se sintió el silencio después de aquella pregunta.

-Sí, a veces me pregunto cómo es que mamá puede conciliar el sueño tan fácil a pesar de los ronquidos de papá.

Reímos leve, se sentía el cansancio y a la vez la pesadez producto del sueño.

-Ya duérmete mejor, es bueno aprovechar la noche para descansar.