02: Es domingo, otra vez

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Si alguna vez me suicido, será en domingo. Es el día más desalentador, el más insulso. Quisiera quedarme en la cama hasta tarde, por lo menos hasta las nueve o diez pero a las seis y media me despierto solo y ya no puedo pegar los ojos. A veces pienso que haré cuando toda mi vida sea domingo.

-Mario Benedetti, La tregua


-Mario Benedetti, La tregua

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Es domingo, otra vez, pero este a diferencia de otros se siente muchísimo más agobiante y deprimente. Levantarme de la cama me cuesta más de lo que esperaba, me desperté hace horas pero me quedé mirando el techo con la mente en blanco y suspirando.

¿En qué momento mis días se resumieron a esto? Se supone que soy joven, no debería de estar agobiado, deprimido y siendo consumido por la ansiedad y mis pensamientos.

Es domingo, otra vez. Mis pensamientos vuelven a comerme vivo, se reúnen todos alrededor de mi y me repiten cosas hirientes una y otra vez. Cosas que me he obligado a mi mismo a guardar en una caja bajo llave y oculta en el fondo, muy en el fondo, de mi ser. Pero siempre vuelve, siempre vuelve a atormentarme.

El día parece eterno, el reloj parece ir cada vez más lento, las manecillas no sé mueven, se quedan ahí riéndose de mi. Solo quiero que el día acabe, salir de la cama, volver a ser yo.

Es domingo, otra vez. Por más que trate de distraerme de mis pensamientos haciendo cualquier otra cosa no puedo. Me obligó a mi mismo a levantarme, a hacer algo, pero mi cuerpo se niega a seguir las órdenes de mi cerebro triste. No hago más que estar acostado mirando videos en internet, dejándome consumir por el mar infinito que son las redes sociales. No me ayudan, cada cosa que veo lo único que logra es deprimirme más

Tengo los ojos hinchados de tanto llorar, lloro por cosas que no tienen sentido para mí. Cada vez que siento las lágrimas amenazando con deslizarse por mis mejillas me repito: ¿Otra vez? ¿En serio? ¿Y ahora por qué voy a llorar? Es ridículo.

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