(Últimas)Lo que encontré en mi Jardín (Páginas)

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— En este punto se tuvo que dar a un especialista para que pudiera descifrar lo que las páginas del diario decían y la policía se puso de inmediato en marcha — 

QUERIDO DIARIO:

No puedo más, me estoy volviendo loco, creo que es una manía persecutoria nadie me cree, pero esta mañana nada más despertar he descubierto una mancha en la pared, una mancha de un liquido viscoso, no desprendía ningún olor, nada parecido a lo que hubiese visto antes, no sé ya ni lo que digo, pero quiero que se tenga constancia de lo que me está sucediendo, mi casa está invadida por un ser que apenas conozco, sé que está y él hace lo que sea para darme indicios de que esta ahí, golpes en las ventanas, el crujir de la madera cuando alguien la pisa, el sonido de los platos en la cocina y sus manchas, sobretodo esas manchas que deja las cuales no logro quitar, mi letra apenas se entiende, no dejo de temblar, hace que me sangren las narices a cada rato, veo como esta cae hasta el papel, pero no puedo dejar de escribir, no entiendo como un ser de ese calibre puede salir de una basta semilla. 

Me he acercado al agujero donde lo plante, pequeñas lo que parecen piedras quedan en el fondo, sé que no son de mi jardín pues yo mismo preparo la tierra y el terreno para poder plantar no sé si la edad me está jugando malas pasadas, mis vecinos dicen que me ven demacrado, que debería comer algo, pero las horas del reloj pasan tan despacio que cuando quiero darme cuenta ya es otro día, mientras yo sigo sentado en el sofá mirando a la nada, mis amigos llevan varios días visitándome, pero mis fuerzas no parecen ser las que eran antes, ahora solo quiero sentarme a escribir, o simplemente sentarme. 

— Siguiente Página — 

Han pasado varios días y creo que la criatura se acerca, ahora puedo escuchar su respiración y un lo que creo que es un siseo, como un leve sonido de fondo que no logras escuchar si no estás en absoluto silencio, algo que no sé ya si viene de fuera o de dentro, pero hoy me lo ha mostrado, en el baño, el pelo de esa cosa se encontraba tirado en el suelo, lo he tomado y era suave, quizás no sea tan malo, le he dejado pequeños trozos de frutas exparcidos por la casa, pero aunque lo escucho comer los trozos de fruta se pudren en el mismo lugar donde los dejo. 

Seguramente ahora mi letra sea peor que la anterior, creo que estoy perdiendo facultades visuales, mi vista se emborrona, pero no es cosa de mis ojos, pues ni con mis gafas puedo seguir viendo, me miro al espejo y no consigo ver mis ojos con claridad. Pero a medida que la voy perdiendo veo la figura de ese ser, es alargado, muy delgado, su color de piel parece blanquecino pero poco a poco va cambiando a uno similar al tono de la piel humana. 

Me siento cada vez más cansado, duermo más de lo que debería, apenas puedo salir al jardín noto como mi piel va cambiando ahora tengo mucho más vello que antes, tengo unas ojeras enormes, solo quiero beber agua, es como si el verano se hubiese adelantado y el sol me daña, es como si notara como mi piel se resquebrajara por momentos, me tiro largo tiempo en la bañera y ahora la criatura no se despega de mi, puedo ver su silueta, creo que me recuerda a alguien que no logro descifrar, pero supongo que me da igual, solo quiero seguir escribiendo, necesito seguir escribiendo. 

— Otra página más — 

He escuchado un sonido, hoy por fin después de varias semanas sin poder oír nada, una dulce melodía a llegado a mis oídos, hace casi una semana que no me levanto del suelo, me caí mientras iba a la cocina, pero no tuve las fuerzas necesarias ni siquiera para levantarme, he descubierto que vivo con un hombre que es bastante encantador, nunca me llama por mi nombre y su voz es como un tartamudeo como un niño cuando comienza hablar que no sabe muy bien como vocalizar, me da de comer en el suelo, algo granulado, dice que me está preparando, que voy a mejorar, que seré feliz de nuevo, que ambos lo seremos. 

Prepara algo en la cocina, algo que huele sumamente bien, quizás sean las ultimas letras que escriba en mi diario pues ni siquiera mis fuerzas llevan para sostener el bolígrafo, espero que con la sangre que he ido derramando las hojas no se rompan, creo que lo conseguí, recuerdo aquella planta, el huevo que emergió de ella, espero que haya salido una preciosa flor que pueda ver abrirse en primavera. 

Ahí se acerca mi compañero, acaricia mi piel ahora la cual parece haberse secado hasta el extremo, se escucha como el papel cuando lo tienes amontonado, me encuentro casi inmóvil, intento arrastrarme a la vez que escribo pero es imposible pues ahora lo entiendo, aquella criatura, aquel ser que emergió del huevo es él, lo sé porque ahora ha comenzado hablar, pero no con su boca sino con su mente me dice que mi tiempo se acabó, me da las gracias a la vez que me escupe un liquido viscoso en la boca que no logro tragar pero el lo empuja hacía dentro y siento como se deshace en mi garganta apagando así todos mis sentidos como cuando te quedas dormido, pero aún lo sigo escuchando, me dice que empieza mi nueva vida, que consiga ser libre, que alguien me amará como yo lo amé a él. 

Noto como me deja en un lugar en el que encuentro paz, es cerrado ¿aún seguiré escribiendo o será solo mi mente la que habla por mi? ¿él escuchará también mis pensamientos? 

— Lo que comentaron los vecinos a la policía fue que vieron al anciano Jon Doe demacrarse cada vez más, como este por la ventana observaba intrigante a su alrededor, que los que iban a visitarlo simplemente se encontraban una puerta cerrada, pero los más cercanos a este dijeron que escucharon ruidos extraños en aquella casa, que no era normal, el olor que salía era a podredumbre, que nadie se atrevía a dejar su morada para acercarse a visitar al solitario anciano. La sorpresa llegó para toda la comisaría cuando un vecino del otro lado de la ciudad al conocer la extraña noticia llegó una mañana, con un paquete envuelto en hojas, en su interior una nota que decía "Espero que lo cuides como es debido" en su interior se encontraba una semilla, pero era extraña, su color se asemejaba al color del hueso y su forma muy similar al de un dedo. Se buscó por días al hombre del que Doe hablaba en su diario, pero nadie tenía una descripción de como era. Aún hoy en varias partes del mundo noticias como estas se escuchan, pero deciden ocultarlas, hasta lograr conseguir descifrar algo que los lleve alguna parte

Por eso cuidado con lo que tienes en tu jardín y sobre todo...Cuídalo como es debido, nunca sabes lo que te puedes encontrar bajo la tierra de tus pies. 

• Debajo De La Cama Y Dentro Del Armario •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora