CARDS;; Miguel cazarez mora

００９| how beautiful you are

𝗔𝘁𝗵𝗲𝗻𝗲𝗮.

Estaba muy ansiosa, después de meses de hablar y intercambiar cartas con Miguel, al fin sabrá quien soy, no voy a negarlo, los nervios me están carcomiendo, pero ya es hora, no puedo escapar más de esta realidad, en algún momento el me tendría que conocer, ese momento llego y es ahora.

espero que no se sienta decepcionado al verme, tal vez, el me tiene idealizada de una manera físicamente y yo soy completamente diferente, no puedo evitar tener ganas de salir corriendo y no volver hasta mañana, pero no puedo, es algo que tengo que hacer para poder avanzar con Mickey.

El timbre que avisaba que las clases habían terminado sonó, suspiré y salí y fui rápidamente al salón de biología, donde me iba con Mickey. Al entrar el estaba sentado de espaldas a la puerta.

—Hola..—Susurré, el se dio vuelta, se me quedó mirando unos minutos y sonrió.

—¡Por dios! eres tan hermosa—Dijo levantándose rápidamente y acercándose a mi—¿Puedo abrazarte?

Asentí, el se acercó lentamente hasta que en envolvió en sus brazos, yo correspondí al abrazo sonriendo.

—¿En serio piensas que soy linda?—Murmure algo insegura.

—Claro que si nea, eres muy hermosa.—Dijo agarrando mis mejillas.

—Pensé que ibas a verme y ibas a querer salir corriendo—Dije y solté una risa.

—Claro que no, no me interesa si eres “fea” o “linda” yo me enamore de ti por lo que eres, no por tu físico, ni siquiera te conocía —Dijo sonriendo.

—Eso es verdad—Le dí la razón y me reí—¿Quieres ir a tomar un helado?—Pregunte mirándolo.

—Claro, vamos.

Salimos del salón y empezamos a caminar hacia afuera de la escuela mientras hablábamos de cosas triviales.

—¿De chocolate?—Preguntó mirándome.

Solté una risa y asentí.

—Y el tuyo de banana split—Dije mirándolo.

Sonrió y pidió los helados, le quise dar dinero y no quiso aceptarlo.

—Por favor, acepta el dinero—Dije dándole un billete cuando salimos de la heladería.

—No.

—Por favor.

—No.

—Por favor.

—No, nea.

—Por favor Mikey.

—Nea.—Dijo alargando la a.

—Por favor —Alargue la o mirándolo.

—No y punto final—Dijo dando por finalizada la conversación.

Yo bufé resignada. Esto no iba a terminar así.

Luego de un rato de caminar, cuando el estaba distraído, me percate de que podía dejarle el dinero en el bolsillo trasero de su pantalón, y así lo hice.

—¿Vamos al parque?—Pregunté.

—¿Al que está frente a la escuela?

—Sip—Dije yo mientras tiraba la servilleta que me habían dado junto al helado.

Estuvimos sentados en un banco del parque un largo rato mientras hablabamos.

—Por dios, mira la hora que es, debo volver a casa—Dije guardando mi celular en mi bolsillo.

—Yo igual, ¿Quieres que te acompañe, linda?—Preguntó sonriendo.

—No, muchas gracias Mikey, no quiero que vuelvas muy tarde a tu casa—Respondí sonriendo.

—Entonces, adiós hermosa—Dijo besando la comisura de mis labios.

Yo me sonroje violentamente —A-adiós Mikey—Susurré.