Imperio Otomano año 1523
—¿Casarme? —Pregunte con enojo
¿Cómo que casarme? Ni siquiera habia cumplido la mayoría de edad, no gobernaba una provincia, estaba en contra de todas nuestras costumbres
—Merlin, eh dicho, es lo mejor para el imperio o dime... ¿Acaso quieres una guerra con el reino de Camelot? —inquirió la Sultana madre
Me quede en silencio, era claro que no deseaba un matrimonio arreglado, mucho menos crear decendencia... deseaba casarme por amor, aun que el amor para mi era algo prohibido... pero no me rendiría sin luchar
—Pero ma-
—¡Silencio Merlin! —la voz de Mahidebran sonaba fuerte e autoritaria— Haz lo que la madre sultana te ordena, además ya tenemos mucho con el asesino de anoche, como para que te reveles de esa manera ante la sultana madre.
El silencio en la sala era palpable, estaba acostumbrada a los gritos constantes de Mahidebran y a sus regaños, así que simplemente suspire e hice una reverencia y respondí:
—De acuerdo sultana Mahidebran y Madre Sultana... me... me casare con quien usted me ordene...
La Sultana madre sonrió satisfecha y asintió con la cabeza, mientras Mahidebran me lanzaba una mirada de desaprobación. La situación se volvía cada vez más complicada para mí, y aunque mi deseo era luchar por el amor, comprendía que las decisiones en la corte no siempre se tomaban por el corazón.
—Sabía que tomarías la decisión correcta, Merlin. El reino de Camelot no debe ser subestimado, y una alianza matrimonial es crucial en estos tiempos tumultuosos —expresó la Sultana madre con un tono que no admitía réplica.
Asentí con resignación, aceptando mi destino impuesto. Mi mente bullía con pensamientos rebeldes, pero era consciente de que, en aquel momento, la política y las alianzas eran más poderosas que cualquier anhelo personal.
A pesar de mi resignación ante la imposición de un matrimonio no deseado, la hostilidad de Mahidebran no hizo más que intensificarse. Sus ojos, oscuros y penetrantes, clavaron su mirada en mí con desprecio evidente. Era conocido en el palacio que ella no simpatizaba con mi presencia y consideraba que no estaba a la altura de las expectativas para liderar el imperio.
—Espero que aprendas a comportarte como un verdadero líder, Merlin. Este matrimonio no es solo por tu bien, sino por el bien de todo el imperio —espetó Mahidebran con frialdad.
La Sultana madre asintió con aprobación, respaldando la decisión de Mahidebran. Me sentí atrapado en un juego político en el que mis sentimientos y deseos personales eran insignificantes. La noción de casarme por razones de estado no solo iba en contra de mis principios, sino que también me recordaba la dura realidad de la política en el Imperio Otomano, hasta que nuevamente escuche la voz de la Madre Sultana
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Love in War [Merthur]
Teen FictionEn medio del misterioso y oscuro bosque, encontré a Merlin, un niño perdido y desamparado de tan solo nueve años. Como príncipe, hijo del poderoso Sultán, mi destino parecía trazado, pero mi corazón me instó a llevarlo al palacio y criar a Merlin co...