"Sé humilde, porque hasta el sol con toda su grandeza se pone y deja brillar la luna" — Bob Marley.
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.Lunes, 20 de junio del 2022.
En la vida siempre se presentan dificultades, retos; que cada quien decide como superar o qué acciones tomar para poder salir airoso de estos. Muchos son los que ante el más mínimo problema, desfallecen y se rinden sin siquiera dar pelea. Va a depender mucho de la personalidad que cada uno tenga, es por eso que difícilmente se podía calificar a Carlos como una persona que sucumbiera fácilmente ante los problemas.
Él solía pelear contra todo y todos con tal de lograr sus objetivos, por más mínimos que estos fueran.
Un rasgo que en su rubro de trabajo le había servido para no bajar los brazos cuando estaba en la academia, y cuando se encontraba ya como un policía en actividad, a no agachar la mirada en el momento que le tocaba enfrentarse a otros policías de rango superior que se creían mucho mejor qué él.
Por obra del destino, y qué agradecido estaba con él, muy temprano en su corta carrera policial, había terminado bajo las órdenes de una persona como Claudio Pizarro. Su actual comandante, había llegado a ocupar su puesto por una recomendación directa del Comisario anterior, el ex Comandante Alex Carrillo.
Claudio, apenas llegó al puesto, solicitó un cambio en el personal. Muchos policías veteranos fueron cordialmente invitados a retirarse, o fueron trasladados a otras dependencias. Algo estaba claro en la manera de pensar de Pizarro, si quería cambios, tenía que empezar por cortar las cabezas metafóricas de los policías que se creían intocables, y que rodeados de corrupción, desprestigiaban el nombre de la institución.
Con los pantalones bien puestos, el joven comisario, había hecho cambios radicales, pero acertados. Llamando policías jóvenes y con ganas de querer trabajar. Ahí habían llegado: Alexander, Edison, Pedro y el propio Carlos. Cáceda, como todos lo llamaban para poder diferenciar a los dos Carlos, fue uno de los pocos que se mantuvo en su puesto, en la especie de purga que hizo Claudio con todo el equipo. Todas esas acciones, le habían valido a Claudio grandes reconocimientos por parte de la Institución, y como parte de su equipo de trabajo, todos estaban orgullosos de los logros que se habían obtenido.
Carlos no dudaba que la única persona capacitada para poder solucionar el problema en el que se hallaban actualmente, era justamente Claudio.
Ante el desconocimiento de lo que realmente pasaba, tomó decisiones difíciles, mandando a Edison a cumplir con actos que se podrían considerar ilegales, pero que lamentablemente tenían que hacerse. Carlos también había tomado su misión con bastante confianza.
Entendía las decisiones que Claudio tomaba, y compartir la manera de pensar de su comandante ayudaba a que él sintiera confianza del éxito de su misión.
Hasta el momento todo marchaba bien.
O bueno, más o menos bien.
Desde ese día en el hospital, cuando el monstruo se presentó ante ellos, Carlos había empezado a sentirse un poco más cansado de lo usual, los dolores de cabeza eran cada vez peores hasta que se convertían en una migraña que lo hacía sentir como si alguien estuviera taladrando su cabeza, y las náuseas lo atacaban sin avisar en cualquier momento del día.
Alexander constantemente le mandaba miradas como si estuviera diciéndole que sabía que él no estaba tan bien como quería que todos pensaran. Su amigo a veces se comportaba como una mamá gallina, aunque Carlos nunca había sido objeto de estas atenciones, justamente por su personalidad, de un tiempo a esta parte, el otro chalaco había mandado a volar los límites autoimpuestos; y estaba constantemente encima suyo para que le dijera a Claudio que no estaba bien.
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🌑Shadows in the dark🌑
FantasyUn ente antiguo decidido a cobrar venganza. Un dios dispuesto a impedirlo. Un grupo de amigos comprometidos a cuidarse mutuamente. Muertes que no son hechos aislados. Las sombras son impredecibles, y si no tienes cuidado te arrastrarán a la oscurida...