Capítulo Séptimo: Contra reloj

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"Para que la luz brille tan intensamente, la oscuridad debe estar presente". - Sir Francis Bacon.

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Lunes, 20 de junio de 2022.

El amanecer se abrió paso entre la oscuridad de la noche, iluminando tenuemente por los bordes al vasto cielo de la capital. Entre las sábanas blancas y revueltas de una cama de dos plazas, un joven moreno de rulos se retorcía todavía dormido. Entre sueños murmuraba cosas sin sentido, su respiración era agitada y dificultosa, su manos se apretaban en torno a las sábanas con la suficiente fuerza como para que sus nudillos se tornen blancos.

«En su sueño, una sombra extraña y sin forma perseguía a un muchacho de cabello negro con puntas decoloradas, peinado en varias trenzas, pero él no podía reconocerlo. Por el tono de su voz, sabía que lo conocía, pero no tenía claro quién podía ser. Los pasillos que recorrían también eran familiares, el lugar tenía paredes pintadas de un amarillo suave, con diseños ligeramente antiguos y sutilmente, eran adornadas en el medio por una particular doble línea rojo oscuro.

Renato quiso gritar, avisarle al muchacho que corriera más rápido, que huyera hacia otro lugar. Que era peligroso estar ahí solo. Pero ni una palabra salía de sus labios, era como si de pronto se hubiera quedado sin voz. Como si una mano enorme e invisible no solo le impidiera hablar, sino también dificultara que pudiera respirar con normalidad.

Rápidamente, la figura empezó a tomar una forma más definida, ahí estaban, el cuerpo humanoide de color rojizo, las patas de cabra y la cabeza de puma con cuernos sobresaliendo de sus sienes. El otro muchacho siguió corriendo, hasta que al doblar en una esquina trastabilló para después caer al suelo de rodillas. Su manos impidieron que cayera de cara, pero la pequeña distancia que había logrado que lo separara de su perseguidor, se había reducido demasiado. "Vamos, ¡levántate!", pensó Renato con desesperación. Como si el muchacho lo hubiera escuchado, se levantó rápidamente para seguir corriendo. Delante suyo pudo ver una puerta marcada con el número cinco, la salida estaba a pocos pasos. "Vamos, carajo, tú puedes", siguió animando en su mente.

El muchacho frenó en seco cuando el monstruo se apareció justo delante suyo, interponiéndose en su carrera hacia la puerta. "¡NO, no, no!", Renato jadeó, volviendo a luchar contra lo que sea que lo estaba reteniendo. El otro joven estaba jadeando por el esfuerzo de correr durante tantos metros, sus manos apoyadas contra sus muslos en un intento por no caerse.

- Tampoco lo vas a poder salvar... - dijo el monstruo con una risa maligna. Renato sollozó, se estaba burlando de él, sabía cómo se había estado sintiendo después del ataque a Christian, y ahora pensaba matar a ese chico sin que él pudiera hacer algo.

Renato vio al otro chico cerrar los ojos por un momento, y luego murmurar algo que no pudo escuchar. Cuando los ojos del moreno se abrieron, una luz dorada estalló en miles de partículas cegando por un instante a Renato, aún detrás de sus párpados cerrados, pudo percibir la intensa luz amarilla; no pudo determinar si la luz había sido invocada por el moreno o si había llegado de otro lado ».

Escuchó un pitido, y después se despertó. Se incorporó sobre la cama un poco aturdido, seguía escuchando un pitido proveniente de algún lugar a un costado de su cama. Volvió el rostro para encontrar la pantalla de su celular encendida, solo era la alarma.

Al ver la hora, jadeó espantado, un cuarto para las siete de la mañana.

- Mierda. ¿Qué pasa con esta cosa? - murmuró molesto - Tenías que haber sonado hace una hora...

🌑Shadows in the dark🌑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora