Advertencias del capítulo: Esta vez solo les diré que lean con precaución. Poner algo más sería hacerles spoiler. Nos vemos al final del capítulo.
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Jueves, 02 de junio de 2022.
Era un jueves por la noche, y un muchacho de cabellos ondulados y rostro risueño, vestido con un jogger negro y polera gris, caminaba a paso presuroso por las concurridas calles del Callao.
Acababa de salir de la casa de su pareja ubicada a unas cuadras de su propia casa. Era un chico con gustos sencillos, y actualmente, uno de sus momentos favoritos era el visitar a su novio, algo que sin duda era la parte más feliz de su día. No le importaba caminar las quince cuadras que separaban sus casas, lo importante era pasar tiempo con él, conversar de tantas cosas. Parecía que los temas de conversación nunca se acababan.
Un suave suspiro abandonó sus labios, mientras estos formaban una sonrisa en su rostro.
Que bonito era estar enamorado, y saberse correspondido era más increíble aún.
Sus pasos eran seguros, se movía con la tranquilidad de alguien que sabe por donde está andando.
El joven chalaco movió su cabeza de un lado a otro, mirando hacia los callejones oscuros manteniéndose siempre vigilante de su entorno, frunció el ceño ligeramente cuando entre la oscuridad de uno de los pasadizos, vislumbró algo rojizo moviéndose. La luz de uno de los postes parpadeó ligeramente, ocasionando que por un instante, todo el pasadizo quedara a oscuras. Fue solo un momento, que hizo al joven tragar saliva audiblemente, la sensación de sentirse observado se hizo presente, y un momento después el faro de luz se encendió nuevamente como si nada hubiera pasado.
Una de las manos del moreno fue hacia sus cabellos ondulados y tironeó ligeramente de estos, casi como regañándose a sí mismo. Se encogió de hombros, y siguió con su camino intentando no prestarle mucha importancia a lo sucedido.
A pesar de intentar aparentar no estar preocupado para nada, sus ojos seguían mirando a todos lados, escudriñando con ansiedad las sombras de las calles, seguía teniendo esta extraña sensación de sentirse observado, como si alguien lo siguiera desde las sombras, esa sensación incómoda cuando alguien te está mirando fijamente que lo acompañaba desde que había salido de casa de su pareja.
Era una sensación que a veces tenía, pues las personas lo miraban constantemente ya que siempre había sido alguien que llamaba mucho la atención. Sobre todo porque él era una persona muy jovia, siempre tenía una sonrisa en sus labios, y, esa buena vibra que lo caracterizaba hacía que la gente volteara a verlo casi constantemente.
Sin embargo, esta vez se sentía completamente diferente, sentía una presencia hostil casi como si lo estuvieran acechando.
Su celular sonó, retumbando en el silencio de la noche haciendo que pegara un pequeño brinco por el susto.
Una risa nerviosa escapó de sus labios, "estás sobre pensando las cosas" se dijo a sí mismo mientras sacudía la cabeza intentando despejar su mente de esas extrañas sensaciones.
Solo era un mensaje de texto.
8:30 pm
Avísame cuando llegues a casa.
Yoshimar sonrió, era su chico.
Sus dedos se movieron con agilidad sobre el móvil, demorándose un poco más de lo usual en contestar el mensaje recibido, debido a que sus manos estaban heladas por la humedad en el ambiente. Al menos la distracción le había servido para olvidar por completo la sensación de amenaza que había tenido momentos antes.
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🌑Shadows in the dark🌑
FantasíaUn ente antiguo decidido a cobrar venganza. Un dios dispuesto a impedirlo. Un grupo de amigos comprometidos a cuidarse mutuamente. Muertes que no son hechos aislados. Las sombras son impredecibles, y si no tienes cuidado te arrastrarán a la oscurida...