Walking the Wire •KatsuDeku •

Primer acercamiento

Capítulo 5  Primer acercamiento 

Bakugou despertó con el olor de las hierbas y el olor dulzón que se colaba ligero en su nariz. Todo era confuso por momentos, pero cuando la claridad llegó a su mente estaba molesto, furioso, su mente iba y venía, no sabía que le hacía arder aún más la sangre si la maldita fiebre o el hecho de aceptar la ayuda de un humano. Pero tampoco era tonto, sabía que su condición no era la mejor y no sentir la conexión con su dragón solo lo ponía ansioso.

Su respiración seguía agitada y la maldita fiebre no lo dejaba pensar con claridad, sentía arder la carne alrededor de la herida y resto del cuerpo se sentía pesado y la cabeza le daba vueltas, a veces creía escuchar rugidos al fondo o tal vez solo eran similares a los gritos de su madre.

Abrió los ojos lentamente y vio rápido al joven que estaba arrodillado a su lado, había hecho un pequeña hoguera y tenía allí una pequeña olla de agua hirviendo. Lo vio buscar algo en un bolso enorme mientras seguía sacando frascos y pequeños sacos de tela. Era como ver a un ratoncillo nervioso. chasqueo la lengua molesto.

Para Izuku no era fácil mantener la calma, le había tomado mucho que el hombre accediera de dejarse ayudar, y sabía que no confiaba en él tampoco, la presión se saber que si hacía algún movimiento en falso podría costarle caro era pesado. de vez en intentaba preguntar algo pero el hombre solo respondía con un gruñidos y miradas severas.

— Solo pon hierro al rojo vivo y acaba con esto... — Bakugou rompió el silencio con una voz estridente que asustó a Izuku. Rojo y verde se miraron por un momento. Izuku negó con suavidad

— No puedo hacer eso, no es tan simple ... — se acercó a Katsuki sin dejar de mirar la herida abierta — La piel está enrojecida alrededor de aquí — señaló sin tocar—... también hay pus y parece que como si la herida se hiciera más grande. Las venas alrededor de la herida habían tomado un color púrpura y verdoso, Izuku no había visto cosa similar, pero al recordar los libros de su madre supo lo que era — Creo que es veneno pero no estoy seguro... — dijo con cuidado y miró de nuevo el rostro perlado en sudor del hombre más grande.

Bakugou recordó el olor pestilente de esas cosas negras a las que Dabi osaba llamar "dragones" — Primero debo limpiar la herida y no dejar que la corrupción avance.

El peliverde acercó su bolso y sacó una botella de vino. Había visto a su madre usarlo muchas veces en heridas complicadas y también sabía que era doloroso en una herida abierta como esa, pero tenía que ser rápido. Tomó un buen trozo de corteza de árbol y se la ofreció al extraño

— Muerda esto — Izuku le extendió la mano

—¿Qué mierda es eso?— tomó la muñeca de Izuku con rudeza y lo miró con desconfianza. "mierda" se dijo para sí Katsuki cuando notó que empezaba a ver borroso de nuevo.

— Corteza de sauce blanco, es para el dolor — Izuku hizo un pausa— tratar el veneno no será fácil, lo necesitara y también será mejor que beba un buen trago de vino — Advirtió

—¡Solo termina con esto! puedo soportar esta mierda sin necesidad de eso... — dijo de nuevo con voz estridente. Izuku se encogió en su lugar y resignado comenzó.

Paso paños con agua tibia, y retiro restos de sangre seca, tierra y tela quemada. Miró nervioso la herida, tenía la forma de garras enormes y estas iban desde las clavículas hasta las costillas, abarcaban la mitad del torso, sangraba cerca de las clavículas pero en las costillas entre la carne supuraba algo negro y maloliente, era allí donde las venas empezaban a tomar el color purpura del veneno. puso paños limpios mientras hacía presión para detener el sangrado. vertió el vino y el hombre se retorció en su lugar mientras gritaba maldiciones, Izuku solo pedía perdón en su cabeza sin dejar de hacer presión en la herida.