CAPITULO 3 .- Instintos
Nómadas de las montañas. Con el paso del tiempo se les fue llamando así. Los primeros habían sido originarios de las tierras desiertas y rocosas del sur, hasta que sus viajes los llevaron a lo más alto de las montañas que más tarde sería llamado del Gran Valle Midori. Muchos se establecieron ahí por siglos. Sus vidas eran largas, más que cualquier otro ser humano , eran feroces guerreros, el sentido del honor los guiaba, en las leyendas los nombraron los hijos del fuego cuando el mundo supo de su conexión con la magia salvaje, los dragones y demás bestias. Nadie sabia cuándo inicio y los rumores corrieron, fueron alabados, odiados y envidiados por muchos. Hasta que se les desterró de su hogar su existencia fue borrada de la historia de Yuuei.
...
Aquel día por la mañana había despertado con un cosquilleo en la nariz y una sensación nostálgica en el pecho. Iba a a ser un día de caza. Él y otro grupo de hombres se habían ofrecido a salir de cacería una semana entera.
Vivian El Valle de Rigel, este les ofrecía montañas, tierra fértil, alimento y desembocaba en un puerto que usaban para navegar. Pero cada cambio de estación cuando la comida escaseaba tenían que explorar lugares cercanos a cazar bestias más grandes que solo conejos, ratas de campo y peces, sobre todo cuando los vientos del otoño e invierno amenazaban con llegar y todos necesitarían de pieles para sobrellevar el frío.
Katsuki Bakugo era su nombre, hijo de la Jefa de su tribu. Un joven guerrero y cazador. Eran un hombre fuerte alto, cabellos rubios pálidos, ojos rojizos, de piel blanca y parcialmente tostada por el sol, con músculos bien formados, era todo un alfa. Vestía un chaleco gris corto que le dejaba movilidad a su cuerpo, pantalón ligero de lino y botas de cuero curtido. Envaino su sable grabado con runas a la funda sujeta a su cinturón, paso la capa roja por sus hombros y la abrochó a su chaleco, la capa alguna vez perteneció a su padre. Salió de su hogar con la mirada fija sobre una colina que sobresalía de las demás. Camino atreves del pueblo. Aún no salía el sol pero muchos ya estaban fuera atizando el fuego, acarreando agua y preparando comida; a su paso a la gran colina tomo en cada mano un par de cubetas de agua.
La gran colina era una construcción montañosa y enorme con penas pasto verde sobre ella y grandes rocas que se alzaban hacia el cielo como un par de dedos cubiertos de ceniza negra, por las mañanas las nubes acariciaban la punta de las rocas y para cuando llegaba el medio día las nubes dejaban entrever la basta altura pues el mar azul y claro se veía pequeño desde ahí.
Katsuki era un prodigio entre su gente, todos veían en él un futuro prometedor, pues él era el único que poseía dos Dragones que eran sus fieles acompañantes. No se había visto algo así en siglos. Su primera caza fue a los 7 años, misma donde encontró un par de huevos de Dragón. Con el tiempo y mucha paciencia llegaron Vale y Val
Cuando llegó al pico de la colina la picazón en su nariz persistía y estaba molesto. Una vez en la colina echo un vistazo a su al rededor, Bakugou escuchó un aleteo y las nubes se disiparon para dar entrada al dragón Val este clavó sus enormes garras sobre las rocas, el joven extendió la mano y el otro bajo su cabeza a la altura de la mano de Katsuki quien acarició con fuerza el hocico del animal.
—Parece que te divertiste ¿eh? ¡ cuatro putas lunas! — El animal bufó. — Aparecerte apenas. Eres un malcriado Val, sigues siendo un cachorro... — sentenció Bakugo, el dragón exhalo una débil columna de fuego.
Detrás de Val llegó otro dragón. Si Val era enorme como una colina , Vale era mucho más imponente, otro dragón rojizo . Sus dragones compartían rasgos similares, escamas escarlata y ojos amarillos, pero había un claro distintivo que solo Katsuki notaba, los cuernos de Vale era más largos y curvados hacia abajo y los ojos de Val eran tan deslumbrantes como el oro. Aunque Katsuki encontró los huevos al mismo tiempo, Vale nació muchos años antes que Val y por eso sus tamaños eran tan diferentes . Todos los dragones tenían la libertad de vagar como ellos quisieran, era la única forma en que crecieran y alcanzaran la madurez, tenerlos encadenados solo los hacia volverse pequeños y apagaba sus espíritus al punto de morir de tristeza.
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Walking the Wire •KatsuDeku •
Fiksi PenggemarA/B/O La vida de Izuku Midoriya, un joven sin magia y con curiosidad insaciable cambia cuando el Libro rojo llega sus manos. Una día de caza las cosas no salen como esperaba Katsuki Izuku Midoriya se dará cuenta que el mundo que conoce no es como c...