Un poco del pasado

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     CAPITULO 6.-

    Corrió hasta que los pulmones le ardieron en el pecho, solo había una persona con la que podía contar en un momento así. Encontró al hombrecillo justo donde lo había visto la última vez, sentado sobre un tronco mientras miraba el cielo y daba largas bocanadas a su pipa de madera mientras su bastón flotaba en cielo con la brisa que soplaba. 

Contarle a Gran Torino de su reciente aventura no fue fácil y tampoco lo tomó muy bien.

    —¡¿Que hiciste que?! — exclamó el viejo, estaba tan molesto que la cara se le pintó de rojo, su bastón fue a dar de lleno dando golpecitos en la cabeza de Izuku, varias veces— ¿esa cabeza tuya está hueca? ¿te sirve para pensar ¡¿cómo pudiste hacer algo tan imprudente?!

    — ¡Lo siento!, nunca pensé que pasaría algo así... — contestó avergonzado, de rodillas hizo una reverencia sobre el suelo incapaz de mirarlo a los ojos.

    — ¡Sabía que eres de los que solo dan problemas... pero esto es más de lo que imagine!

    — Perdón, sé que hice mal, pero no podía abandonar a alguien que me necesitaba. hay una persona en peligro y prometí ayudarlo, por favor, solo a usted puedo decírselo.

    — ¿Sabes lo que te puede pasar a ti o a tu madre si se enteran? incluso a mí me pondrías en un predicamento.

     —Lo sé, y estoy avergonzado— Izuku hizo otra ferviente reverencia y comenzó a explicar — pero lo intenté, usé las raíces de ori justo como mamá lo hace y creí que había servido, ese hombre es muy fuerte sus heridas empezaban a sanar, pero cuando menos lo esperé volvieron a abrirse como si nada hubiera pasado, creía que era veneno, pero creo que es magia oscura, y yo no puedo tratarla, por favor, ¡prometo nunca más dar problemas! 

    Gran Torino lo miró por un momento, Izuku era un chico noble, terco y muy inocente aun en momentos así recordaba a cierto alumno y a una antigua compañera suya de hace años. Dió un largo suspiro y asintió con la cabeza.

    — Llévame a ese lugar y no omitas nada

    .

    .

    .

    Gran Torino lo hizo tomar su bastón mágico luego en cuanto se elevaron por los aires, sobrevolaron el bosque a una velocidad impresionante, Izuku palideció pero aun así se aferro a la madera con todas sus fuerzas, con dedo tembloroso y una voz aguda señalo el claro del bosque.

Cuando pisaron el suelo, las piernas de Izuku aun tambaleaban y tenia la boca seca.

Iba a indicar el camino a seguir pero le sorprendió ver que el anciano parecía saberlo.

    — Cómo fue que diste con este lugar — Dijo el mayor habiéndose paso con premura. Izuku lo seguía un par de pasos por detrás, Izuku dudó un poco, pero también sabía que no serviría de nada ocultar los detalles.

    — Sé que parecerá una locura pero, encontré un libro en casa y fue el libro el que me guió hasta aquí. Había un mapa que apareció en frente de mis ojos, no pude controlar mi curiosidad y así fue como termine en este lugar

    —¿Cuántas veces has entrado a este lugar? — interrumpió Gran Torino sin perder de vista el camino frente a él.

    — Con está, serían cuatro veces... —contestó dubitativo

Escuchó suspirar al hombre con pesadez.

    — Definitivamente solo atraes problemas— golpeó otra vez la cabeza de Izuku con el bastón. Después se giró hacia Izuku y de su túnica sacó un amuleto plata con una runa grabada en él.

Walking the Wire  •KatsuDeku •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora