au omegaverse / ligera mención de problemas alimenticios
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ㅤㅤBakugo no espero que sus padres, en especial su madre, aceptará a su novio a vivir con ellos. Shigaraki Tomura era su Alfa, con problemas en su hogar y un día, al atrabancado Omega que era Katsuki en ese tiempo, le ofreció su hogar para vivir juntos. Lo llevó de la mano frente a sus padres y estaba dispuesto a negociar con sus viejos pero estos inesperadamente lo aceptaron al escuchar un mini relato sobre él.
Luego de eso, ahora tienen 4 meses viviendo juntos y nunca espero estar vivo para ver aquello que veía ahora. Su rostro era un poema al descubrir a su prometido ayudando a su vieja en la cocina, con un estúpido delantal amarillo y guantes de cocina.
─Mijo, pon la mesa por favor.
─Sí señora.
─Oh! al fin despertaste mocoso flojo ─su madre se dio cuenta de su presencia, se escucho un bufido de risa, de seguro de Tomu, Katsuki se avergonzó, no quería que lo regañaran tan temprano y mucho menos frente a su Alfa ─, por suerte tienes un alfa muy educado, además de trabajador.
Shigaraki empezó a repartir los platos de vidrio sobre la mesa, sonriendo a su suegrita con aires de "lo soy" "soy el adecuado para su hijo", incluso en una distracción de su madre, Tomura con sus labios sonrió con coquetería a su Omega quien mantenía una ceja alzada.
Pero el peliblanco regresó su cabeza a la dirección de su suegra que lo veía con cierto orgullo, él fingió bien una honesta sonrisa inocente.
─Solo soy agradecido señora.
"Una mierda, se las cobrará con mi culo en la noche" pensó el rubio, acomodándose en la mesa.
Masaru apareció con una sonrisa gentil, beso la coronilla de su hijo (usualmente era más cariñoso cuando estaba el otro alfa, como una desafío territorial silenciosa para marcar a su pequeño cachorro) y fue a sentarse. Bakugo tomo el plato acercándolo a él, Mitsuki sirvió y puso la hoya en medio por si querían más.
Tomura deshizo el listón del delantal y lo doblo y aguardo en su lugar respectivamente. Sentándose alado de su chico Omega.
Juntaron sus manos sobre la mesa, y al terminar tomaron los palillos para empezar a comer, pero el peliblanco tenía que agradecer en voz alta.
─También ustedes señores Bakugo, gracias por la comida que dejan comerme.
Los suegros sonrieron enternecidos.
Pero por debajo de la mesa, Tomura apretó el muslo de su Omega, Bakugo sonrojandose por su Alfa descarado.
Nadie notó que Tomura volvía a picar solo la comida, la familia Bakugo era muy expresiva a todas horas, sobre todo Katsuki y Mituski, quienes se gritaban sobre la mesa y Masaru disfrutaba silenciosamente los alimentos. Él sonrió, a pesar de todo, ellos convertían la hora de comer más amena.
