AIBAKU ☆ MAKE LOVE

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Sus ojos felinos siguen el camino de su jefe al cargar las cajas de surtido para llevarlas a la bodega, la puerta quedó algo entreabierta.

Katsuki mira una última vez la entrada de la tienda y el resto del lugar, están solos. Nadie ha entrado.

Ir detrás de su mayor ahora no estaría mal. Pero descarta la idea cuando suena la campanilla y llega alguien, internamente Katsuki le maldice con mil y un groserías.

—Oh, ¿tienes cigarros? —el cliente pide —, por favor.

—Carajo, sí. —Extiende el brazo a la estantería que tiene atrás y agarra una cajetilla para meterla en la bolsa de plástico —. Son 500 Yenes.

—Soy amigo del señor Shouta, él me los deja más baratos.

—Son 500 Yenes, ¿acaso no me entendiste, extra?

—Ash, maldito crío —el "amigo de Shouta" se queja y rebusca entre su cartera, sus mejillas gordas con algo de bello se mueven a la par que sus labios resecos para hablar, necio con tratar de llevarse el producto a un costo más barato —. Te digo en serio que no pago usualmente 500 en la tienda de Shouta.

—Pues ahora yo estoy en la tienda del Señor Shouta, no permitiré que lo regatees así, maldito extra. Ni siquiera te conocemos.

—Solo tengo esto —deja 50 Yenes en el mostrador con fuerza—, ¿Mocoso por qué no le hablas al verdadero jefe de la tienda? Puedo hacer que te corra por faltarle al respeto a tus mayores.

—Si no tienes para pagar, no te los llevas, ¿oíste? —saca la cajetilla y la aprieta entre su mano.

—Dámelo, me lo llevaré puta.

Aquello fue la gota que resbaló el vaso de su paciencia.

—¡¿Carajo acaso no me oyes jodido extra-?!

Cuando iba a seguir discutiendo se escucha en la bodega un sonido sordo y el fuerte quejido de su mayor.

Deja la caja de cigarrillos del señor en el mostrador y sale con prisa en dirección a la bodega.

—¡Sensei!

El señor se roba la caja de cigarros en la bolsa y huye de ahí también con sus 200 Yenes y a Katsuki no le importa eso ahora, luego los podría reponer de su propio sueldo.

Empuja con su hombro la puerta de la bodega y entra con miedo de que el señor Aizawa se haya lastimado gravemente.

—¡Sensei! ¿Está bien?

Se inca a su lado y lo inspecciona. Aizawa estaba en el suelo con algunas cajas y despensa tirados igual que él, Shouta se cubría con su mano la frente y Katsuki se alertó más acercando sus suaves manos a ese lugar queriendo ver si se hizo algún corte.

—¿Qué carajo le ocurrió? ¿Se cortó con la esquina de la caja? ¿Cómo siente su cabeza?

Sus ojitos estaban apunto de llorar del coraje porque su mayor se hizo un grave daño pues tampoco Aizawa le dejaba ver la herida.

—Es solo algo insignificante. —dijo Aizawa tratando de apaciguar la preocupación de su empleado.

—Dios, te abriste, eso es grave, deja voy por-

—Espera.

Katsuki se detuvo y regresó cerca de él. Aizawa le miró con intensidad una vez que lo acaricio del cabello hasta las mejillas, ahuecadas entre sus callosas pero grandes manos.

—Quise ir a salvarte.

—¿Qué? ¿Por qué haría eso? Lo tenía todo controlado

Aizawa sonrió cálidamente, terminó por sacudir el cabello de Katsuki.

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