Doncel AU / chubby baku / inseguridades / autolesiones / menciones de bullying
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La primera vez que le lanzaron una piedra a su estómago, fue por "accidente" y lo dejó pasar.
La segunda, le dolió, y le advirtieron sobre avisarle a alguna profesora, o a la próxima serían dos.
La tercera, le hizo llorar.
Incluso había dejado un raspón, y de la herida salía gotitas de sangre. Se fue a esconder en los cubículos de los baños, sorbio su nariz sintiendo lo grueso de sus dedos y lo gordo de sus mejillas. Con el papel de baño, tomó la taza y la cerro, se sentó encima y levantó su uniforme.
─Aucht ─se quejó cuando empezó a limpiarse.
Había quedado rojo y algo de morado la zona, la piedra había sido las típicas de grava, con algo de punta y gruesa, aún tenía la sensación del objeto chocando fuertemente contra su estómago rechoncho.
Lagrimeo un poco mientras se aguantaba el dolor de quitarse los restos de sangre en un cubículo de los baños de la escuela.
No entendía porqué lo trataban así.
El pequeño Doncel era diferente al resto de Donceles, quienes ellos eran delgados y de agraciadas caderas para poder parir, bonitos. Y Él tenía rollitos, le colgaba una ligera lonja y los muslos gruesesitos como a sus pequeñas manos, sus rechonchas mejillas y labios.
Era "El gordo Doncel".
"Cuando estés embarazado ni se te notará por la grasa" decía otro Doncel.
"Ahgg, que asco" le decían por los pasillos "Nadie se metería a siquiera tomar tu mano"
Y es que ni siquiera era obeso, sólo era algo rellenito y todos en esa escuela de chiquillos ricos le hacían sentir como a peor basura. A sus cortos dieciséis años descubrió un nuevo uso para las **** de afeitar/ de papá /.
Despues de varios minutos encerrado en el baño de su casa, Bakugo abrió el grifo del lavabo y llevó su brazo ahí para que el agua se llevará el color rojo, le ardió, claro, pero sólo se mordió su labio inferior y al acabar, cerró la llave y volvió a mirar las líneas rojas, con eso bastaría. Bajó la manga de su sudadera despacio y salió del baño. Su padre estaba apunto de tocar la puerta.
─Baku, hijo ¿está todo bien?
─Sí, papá...
. 𓋲 ་ ⊹
Volvía a la escuela como lo hacía los cinco días de la semana, sin excepción ya que no había dicho nada a sus padres ni a un adulto de que en al escuela recibe bullying por parte de sus compañeros de clase.
