|A Moment In The Room|

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Al salir de sus pensamientos, Marcy rápidamente se acercó más a la castaña, tomándola de los cachetes para examinar su rostro en busca de cualquier cosa rara que pudiera haber ocasionado la poción que la más altas de las dos había tomado, algo que hizo que un rubor carmesí apareciera en el rostro de la de cabello en forma de arbusto.

Marcy iba a regañar a Anne cómo si no hubiese un mañana por no hacerle caso cuando se recupere del todo, de eso no cabía duda alguna.

—¿En serio estás bien? ¿No te duele nada? ¿No te sientes mal en lo absoluto?

La asiática más bajita, con notable preocupación empezó a bombardear de preguntas a la chica de ojos oscuros, algo que la ponía nerviosa. Aunque apreciaba en verdad lo que hacía Marcy, no quería que se preocupara mucho por ella, creía que no valía la pena.

—¡Por todos los anfibios, Marcy! Estoy bien, ¿si? No te preocupes tanto.

Le aseguró tomándola también de las mejillas, con la intención de hacer que deje de hablar y se calme un poco. Cosa que funcionó para fortuna de la castaña.

—¿Ya estás más calmada?

Preguntó la tailandesa junto a una sonrisa la cual tenía la intención de tranquilizar a la chica con ballesta.
Ante la pregunta hecha por Anne, la de ojos marrones asintió soltando lentamente las mejillas a la de falda violeta.

—Bien. Eso está mejor.

La de tez morena soltó el rostro de la taiwanesa al estar segura de que ya estaba con más tranquilidad.

—Marcy, entiendo lo que quieres hacer, y gracias, en serio linda. Pero toma esto con calma. Yo estoy bien, no me está pasando nada por ahora, no me siento para nada mal. Así que, mantente tranquila.

Las palabras de Anne que eran acompañadas de una adorable sonrisa lograban darle más calma a Marcy cada vez más. El solo oír su voz suave y segura hacía que se pudiera tranquilizar fácilmente. Esa linda voz que tenía la morena lograba hacer magia para Marcy, siempre hacía que se sintiera bien.

—Está bien Anna-banana. Intentaré tomarme esto con más calma.

La de broche verde le devolvió la sonrisa a la castaña. Era una pequeña y muy bella sonrisa ante los ojos de la de un solo zapato.

◆・.。*†*。.・◆

Aunque Marcy ya se había calmado, Anne no se salvaría de las muchas preguntas de la taiwanesa. Ella solo se limitaba a responder con una sonrisa amable y con paciencia. Si las preguntas eran hechas por Marcy, no se negaría en lo absoluto en responder, es más, estaba feliz de responderlas cómo podía.

Los minutos pasaban como si de segundos se tratarán, y las horas como si fueran minutos. Habían perdido la noción del tiempo con tanta charla que tenían. Ni se dieron cuenta de que ya el atardecer había comenzado, y que el hermoso cielo rojizo estaba apareciendo poco a poco, iluminando toda Nuevatopía con esos bellos colores cálidos capaces de traer calidez con una simple mirada.

Sick Potion | MarcanneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora