Después de que Anne se haya tomado un extraño líquido encontrado en la mesa del laboratorio donde trabajaba Marcy, su amor por su mejor amiga de cabellos azabaches y una lujuria causada por ese líquido aumentan considerablemente, teniendo que ser cu...
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Una nueva mañana, un nuevo día. Nuevatopía estaba empezando su día con tranquilidad, la gente de ahí desayunaba en los locales más cercanos y demás, otros salían a trabajar tan temprano que ni a desayunar les había alcanzado el tiempo, lastimosamente.
Mientras todo eso ocurría, cierta adolescente de ojos marrones se encontraba sentada en su hermosa y apreciada cama con una taza de lo que se llamaba "capuchi-insecto" en manos y notas por toda su cama. Pudo haberse sentado en su escritorio, pero vamos, era mejor un colchón cómodo que una silla de escritorio la cual te lastimaba el trasero con solo unos minutos de estar sentado.
Volviendo al tema principal, la azabache escribía notas de la caja musical(Sí, ella aún estaba investigando en ella, no la había dejado de lado por ahora) y lo que pudo haber notado de Anne. Sus cambios en apariencia física no eran tema del cual preocuparse, no cambió nada en ella de forma física, por suerte.
En tanto a comportamiento, era otro tema. Se había vuelto un poquitín más cariñosa con ella de lo normal, y eso se podía notar con tan solo sus palabras, la Anne que ella conocía no era tan cariñosa con ella. Vamos, si lo era, pero, no al punto de comportarse tan así como lo había hecho el día anterior. Y ni hablar de decirle "Linda". Siempre la había llamado por apodos relacionados con su nombre, cómo "Mar-mar", "Marbles", o incluso una vez, a modo de chistes le llamó "Señora Olas de Mar", fue gracioso y tonto para ella, más por la razón de por como la llamó así.
Le dió un sorbo a la taza con el líquido hecho de insectos que tenía en su mano, notando lo fría que se puso por el tiempo que pasó sin tomarlo. Soltó un suspiro al ver las notas en toda su cama. A veces podía ser muy desordenada sin darse cuenta.
En un momento su vista se dirigió a la puerta de su habitación, esperando que está sea abierta, o golpeada para pedir pase a la habitación. Sabía que Anne no se levantaría tan temprano como ella. Seguramente estaría entrando en dos horas, si sus cálculos no le fallaban.
Pero, oh, sorpresa. El sonido de la puerta abriéndose de forma suave la hizo volver a la realidad, encontrándose con una mirada tan oscura como la noche misma. Era Anne, la cual se había levantado recién, lo noto por su cabello revoltoso, más su vista cansada cómo la de un muerto recién salido de su tumba después de revivir.
Un poco exagerado, tal vez, pero Marcy la veía así a la castaña en ese momento.
-Uh. ¿He venido demasiado tarde?
La tailandesa estaba aún detrás de la puerta, con la cabeza ladeada, siendo lo único que se le pudiera ver de ella su cabeza y una pequeña mitad de su cuerpo delgado.
