Después de que Anne se haya tomado un extraño líquido encontrado en la mesa del laboratorio donde trabajaba Marcy, su amor por su mejor amiga de cabellos azabaches y una lujuria causada por ese líquido aumentan considerablemente, teniendo que ser cu...
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Ya unas semanas habían pasado desde que Anne y su familia se fueron de regreso a Bosque Verruga en busca de la caja.
En cuanto a Marcy, ella había estado muy ocupada con los preparativos y algunas otras cosas. En ese preciso momento volaba sobre su amigo alado; Joe Sparrow. El viaje hacia el hogar de aquella familia de ranas fue algo largo. Sentía que toda su energía acumulada podría salirse tan pronto llegue a pisar la tierra.
La última vez que vió a Anne fue en aquella tarde dónde se suponía que se quedaría con ella, pues, era lo más lógico, o eso pensaba. Pero verla triste cuando las ranas se marcharon le hizo ver qué no tenía que escuchar a su cerebro, solo su corazón, y así pasó. Se marchó junto a los Plantar después de abrazarla.
Esa misma tarde, Andrias habló con ella. Su charla fue algo que la estaba haciendo pensar. Habían hecho una promesa; Marcy le entregaría la caja musical a Andrias y él las llevaría a ellas y a sus amigas a lugares emocionantes. Al principio dudo un poco, aún así, acabó aceptando y prometió darle la caja ya cargada y lista para ser usada.
Su vista iba dirigida a un libro viejo puesto debajo de todos los libros que tenía con ella. No sabía si fue buena idea llevarlo, pero lo hizo de cualquier modo. ¿Qué era lo peor que podría pasar?
Finalmente, su gorrión le hizo saber que ya habían llegado a Bosque Verruga con un fuerte graznido que ocasionó que la de piel oliva saliera de su pequeña nube de pensamientos en la que había estado envolvida desde hace un buen rato.
La adolescente de cabello oscuro sintió como Joe pisaba el suelo de lo que ella creía ser el hogar de la familia de anfibios que estuvieron en Nuevatopia hace unas semanas. Confirmó dónde estaba cuando la voz del abuelo de Anne pasó por sus oídos.
Cómo pudo salió de la pila de libros amontonados que la aplastaban para poder saludar a la familia.
-¡Hola, familia Plantar!
Exclamó al escapar de esos libros que la asfixiaban durante todo su trayecto a Bosque Verruga, cayendo en su intento de bajar de su amigo con plumas.
La joven de cabellos alborotados con hojas la cuáles le daban ese lindo toque especial se le acercó a paso lento mientras la de capa azulada se sacaba el polvo.
-Buenas noticias para todos, termine mis preparativos para el... ¿Qué?
Su rostro cambio a uno de fascinación al observar aquella casa donde vivían su amiga y su familia.
-¿Esta es su casa? Es muy rústica y dulce.
Despegó su vista de la casa tomando un libro ente manos.
-¿Cuándo se construyó? ¿en el siglo tres? No, no ,no, el dos, por supuesto.
Comenzó a desviarse del tema, y lo seguiría haciendo, si no fuera por la interrupción de su amiga.
