Sufre igual que ella

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La frustración era de las pocas expresiones sinceras en el rostro de tu padre, cada vez que un encargo no se realizaba a tiempo o que algo que planeaba no salía como quería

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La frustración era de las pocas expresiones sinceras en el rostro de tu padre, cada vez que un encargo no se realizaba a tiempo o que algo que planeaba no salía como quería.

Luego el odio, siempre veía a todos como inferiores, no importaba que fueran de su mismo estatus, para el todos eran unos perdedores que nunca alcanzarían su gran comprensión e inteligencia.

Deseo, la repugnante manera en la que veía a las mujeres y al dinero, cada vez te daba más náusea ese hombre.

Llamarlo padre para ti era frustrante y doloroso, saber todo el dolor que causó y causaba a los demás era de las cosas más miserables que una persona podía hacer. Tu padre era un hombre con poder desde generaciones pasadas hasta por su intelecto en la medicina, ganando el título nobiliario de Marqués y una gran fortuna.

Pero todo tiene un lado de dolor, lo comprendiste cuando eras una pequeña peliroja de seis años, jugabas con tu muñeca de porcelana a media habitación, tu madre peinaba tu largo cabello y tu padre leía el periódico, en ese momento el encargado de cuidar a los caballos entró y exigio hablar con tu progenitor, ambos se alejaron unos metros y lograste escuchar como el hombre amenazaba al de ojos verdes con exponer la verdad de la familia, el rostro de superioridad de tu padre cambió por uno de asco, tomo al contrario del cuello y lo saco a rastras de la habitación para llevarlo a su oficina.

Tu madre te cargo y tapo tus oídos, pero a lo lejos se escuchaban los gritos del hombre. A los minutos apareció tu padre limpiando sus manos, se acerco a ustedes y le dio un forzoso beso a tu madre y acaricio tu cabello. Los tres salieron del lugar para ir al jardín, a los minutos un grupo de hombres entró a limpiar el lugar.

Con los años comprendiste de que se trataba, tu madre te dijo la verdad cuando cumpliste los catorce años hablaron de forma seria y clara sobre la familia.

Todo era una mentira.

Tu padre tuvo una primera esposa, una baronesa que no tenía familia y que por miedo nunca salía de casa, con los años tu madre comenzó a trabajar como secretaria y luego el tan aclamado Marqués abuso de ella, tu madre iba a renunciar al enterarse de su embarazo ya que no quería problemas, pero tu padre tuvo la mejor idea, asesinar a su primera esposa y que tu madre tomara su lugar. Todo eso por el egoísta sueño de tener un hijo de su sangre ya que la baronesa no podía tener hijos y el nunca adoptaría.

La idea era perfecta.

Ella no tenía familia y las únicas personas que lo notaron fueron los trabajadores de la gran mansión, pero lo aceptaron por la gran cantidad de dinero que el mayor ofreció, también que tu madre no era para nada extravagante, pasaba las mañanas en la cocina ayudando y las tardes en el jardín cuidando las flores, se llevaba de maravilla con todos, a los meses naciste en una cuna de oro y mentiras.

Ahí comenzó tu plan, tenias solo catorce años cuando tu pasión por la ciencia se potencio por una idea en tu mente. Ese hombre no merecía a tu madre y eso lo sabias, leíste libros por meses, en ese tiempo te volviste cercana a tu padre, tomabas el té con el, le sonreias y eras la hija perfecta.

....

—padre... —llamaste al mayor mientras entrabas a su oficina.

—mi querida hija, entra —abriste a su totalidad la puerta de su despacho y entraste, saludaste al mayor con un beso en la mejilla el acaricio tu cabello y lo paso detrás de tu oreja —que sucede mi princesa?

—yo...estaba pensando en el matrimonio —los ojos del mayor brillaron al pensar en tus potenciales partidos, uniones entre empresas y ganancias —madre me dijo que podía comenzar a ver a los candidatos en la próxima cena.

—eso es fabuloso querida, pero porque esa cara? —el hombre tomó tu mano y te guió a los sofás.

—no soy exactamente buena en preparar el té...puedo practicar contigo? Quiero que me des tu opinión honesta padre —tomaste su mano y sonreiste.

—claro querida —te levantaste para poder comenzar a preparar tu té.

....

Un mes tomando el té con tu padre, el hombre cada día se sentia más fatigado y cansado, pero ese sábado por la noche todo culminó.

El cuerpo del hombre se retorcía en el suelo mientras el aire no pasaba por sus pulmones, su rostro se ponía morado y solo lo veías de pie, el tiraba levemente de tu vestido pidiendo ayuda.

—eres patético... —a los minutos tu madre entró por la puerta y vio todo asustada —tranquila mamá...esto se acabará pronto.

El cuerpo del hombre se detuvo, así las lágrimas de tu madre rodaron por sus mejillas, tomaste su mano y la apretaste levemente para darle confort, sabías que estaba asustada por ser descubiertas. Pero aunque todos lo negaran, eras una genio al no dejar testigos o evidencias, para cuando su cuerpo llegara al forense ya no existiría nada en su sistema. Tragaste saliva y te arrodillaste al lado del cuerpo del hombre.

Un grito salió de tu garganta para llamar la atención de los empleados del hogar. Era momento de comenzar el show.

....

Un vestido negro se posaba sobre tu cuerpo, un Conde te dio las condolencias para luego ir con tu madre, era su funeral y oficialmente la tortura de tu madre se marchó del mundo terrenal para dejar de fastidiar.

—gracias por su presencia...a mi padre le agradaría saber que tantas personas vinieron —el hombre tomó tus manos en forma de consuelo.

—tu padre fue un gran amigo...todos lamentamos su pérdida tan temprana.

Por otro lado, tres jóvenes veían la escena desde las leganias, un joven de ojos verdes bebió un poco de su vino y sonrio de lado al ver a la joven peliroja con un recogido bajo y como ella tenía que presionar su dedo con tanta fuerza para poder llorar, ya que si por ella fuera reiría frente al ataúd de su padre.

—que opinas? Hermano —pregunto a uno de los rubios.

—es interesante...o más bien, sorprendente —dijo el rubio al ver a la joven seguir fingiendo mientras recibía a las personas.

o más bien, sorprendente —dijo el rubio al ver a la joven seguir fingiendo mientras recibía a las personas

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Bay 🧡

𝓵𝓸𝓿𝓮 𝓸𝓻 𝓬𝓸𝓷𝓿𝓮𝓷𝓲𝓮𝓷𝓬𝓮? 𝓵𝓸𝓿𝓮 ( Albert James Moriarty Y Tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora