🥀
_____ Mcgraw, una joven encantadora y hermosa a vista de todos, con grandes habilidades ocultas con las cuales logró acabar con un martirio que la atormentaba a ella y a su madre.
Con los años conoce a los hermanos Moriarty, uniéndose a la causa...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pasaron los años desde la muerte de tu padre, tres para ser exactos, caminabas por los pasillos se la mansión Mcgraw, entraste a la habitación de tu madre donde ella peinaba sus largos cabellos pelirojos.
—madre...ya nos esperan —dijiste mientras caminabas a su dirección —toma tu medicina antes de salir, si?
—claro hija —la mujer abrió unos frascos y tomó su medicina, la cual tu creabas especialmente para ella, los fármacos que vendían o que podían tener por la industria de tu padre eran demasiado agresivos con su sistema y tenía componentes que causaría un deterioro en su sistema, así que te tomaste la molestia de prepararlo especialmente para la mujer que te dio la vida, sabías que no la curaria, pero evitaba que sufriera de dolor —vamos.
Ambas salieron del hogar y caminaron hacía el carruaje que las esperaba, subieron y viste como aquella todo se alejaba, solo para ir a una fiesta a las cuales detestaba ir.
....
Llegaron y rápidamente se acoplaron a un grupo de mujeres que charlaba en el gran salón, tomaste asiento al lado de tu madre y tomaste un par de aperitivos para comerlos mientras fingías escuchar lo que las mujeres hablaban, hasta que una mano se poso sobre tu pierna para llamar tu atención.
—_____ querida, cada día te vez más hermosa! Pero mira tu cabello, con que lo cuidas linda? —aquella mujer alagaba tu físico como si fuera lo más preciado de una mujer, tomo uno de tus mechones que caía por tu frente y lo acaricio —no crees que puedes compartir tu belleza linda? Ya sabes casarte con alguien igual de atractivo, sus hijos serian hermosos~
Solo tenías 18 años y aquella mujer lo más probable es que quisiera que te casaras con su hijo.
—sabes...mi hijo sigue soltero —acertaste, en ese momento un hombre que no superaba los 30 se acercó a ustedes y tendió su mano —aceptarías pasear con el?
—sería un gusto señora Lougheed —tomaste la mano del hombre y te levantaste —vamos señor?
—vamos señorita _____ —ambos salieron al patio exterior de aquella mansión, el extendió su brazo y lo tomaste.
....
Caminabas de su brazo, soltaste un suspiro de cansancio al escuchar como el hablaba petulante sobre sus riquezas. El vestido de color celeste con larga caída se mecía con cada pazo que dabas.
—señor Lougheed, me retiro...mi madre a de estar esperando por mi —mencionaste mientras soltabas su brazo.
—déjeme acompañarla señorita Mcgraw...
—así está bien, espero nos veamos en otra ocasión —te despediste de el y caminaste hacía tu madre, esperabas con toda tu alma no tener que volver a hablar con el.
Tu madre continuaba hablando con otras mujeres y jóvenes en aquel gran salón, las copas de vino y pequeños bocadillos eran el centro de meza con utensilios de oro, antes de tomar asiento una mujer hablo.
