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_____ Mcgraw, una joven encantadora y hermosa a vista de todos, con grandes habilidades ocultas con las cuales logró acabar con un martirio que la atormentaba a ella y a su madre.
Con los años conoce a los hermanos Moriarty, uniéndose a la causa...
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Te levantaste pesadamente de tu cama, estiraste los brazos y soltaste un bostezo, intentaste abrir de mejor forma lo ojos pero era imposible, te sentías cansada, lo único que te despertó fueron los rayos del sol entrar por la ventana, el ruido de la puerta abriéndose te distrajo, el castaño salía del baño, sonreiste al verlo con una camisa blanca y pantalones de vestir.
—buenos días... —murmuraste mientras te levantabas, el castaño camino hacia el armario y saco el juego de saco y corbata.
—buenos días linda —sonreiste mientras lo veías poner el juego sobre una silla y camino buscando sus zapatos.
Gateaste sobre la cama hasta la orilla, donde extendiste la mano y el castaño te dio la corbata mientras dejaba sus zapatos de lado, con tranquilidad pasaste la tela verde por su cuello y comenzaste a anudarla, dicha prenda quedó colgando de su cuello y el sonrió para dejar un beso sobre tu frente.
—me tengo que ir ya...mañana podremos desayunar juntos —asentiste mientras te levantabas de la cama hacia el baño —pero prometo compensarlo en la noche.
—n-no digas tonterías —murmuraste nerviosa por el comentario de tu esposo, el cual te guiño un ojo mientras se ponía el saco.
....
—una fiesta, ¿eh? —mencionaste mientras estabas sentada en el sofá de tu oficina y William se paseaba por las estanterías de libros —lo tendré listo en dos días...diré que es una fiesta benéfica.
—me parece bien...te encargo esto igual que a Albert —mencionó mientras tomaba un libro y comenzaba a hojearlo —¿lo prestas?
—¿ah? Claro, quédate lo cuanto gustes —murmuraste mientras abrías una agenda y comenzabas a anotar todo lo que necesitarías para el evento. El rubio salio de la habitación y tu igual a los minutos para comenzar los preparativos.
....
Veias bailar al castaño el la primera plantas, los celos no eran algo que frecuentaras, confiabas en el castaño y ni verlo con otras mujeres rodeándolo te motivaba a tenerlos, sabias que los tres Moriarty eran atractivos, pero de igual forma las mujeres sabían de su matrimonio y a muy pocas les importaba.
Pero fuera de todo eso, el primer crimen sucedió, tu esposo dono su anillo y luego un azabache de baja estatura dijo que también fue víctima.
Ambos subieron y se acercaron a la orilla.
—pudo haberme atrapado en la calle Baker...el hecho de que no lo hizo me demuestra que no desea tratarme con rudeza —mencionó mientras borraba el maquillaje que cubría su lunar —además, gracias a que organizo este evento anónimo, decidí que puedo confiar en usted como alguien con quien puedo negociar.
—fue una decisión sensata, pero esto fue organizado por mi esposa —dijo mientras volteaba, su acompañante también lo hizo y se percato que en ningún momento sintió la presencia de la pelirroja detrás de ellos, meneaste tu copa de vino mientras caminabas hacía ambos.
