*Riiiiiiiiiiing*
La alarma sonó, la hora de despertar había llegado, era momento de dejar de dormir y comenzar a moverse.
Pero ella ya estaba despierta, movió su mano a su teléfono y desactivó la alarma, se sentó en su cama y se frotó la cara, no estaba muy feliz, al menos no con ella misma.
Tal como un niño que espera ansiosamente una excursión, Sasha no había logrado dormir bien, aunque se fue a acostar un poco más temprano el día anterior para estar bien descansada, no contó con sufrir insomnio de repente, parecía una broma, era tal vez la primera vez que le ocurría, no importaba las veces que se reacomodara en su cama, simplemente no lograba quedarse dormida, pasó un par de horas hasta que lo logró, pero ahí no se acabó el problema.
En mitad de la noche despertó, estaba oscuro y estaba segura de que no había pasado mucho tiempo, reviso la hora en su teléfono, apretando la mirada por la luz repentina, apenas las doce de la noche, al colocarlo de nuevo en la pequeña mesa se dispuso a dormir de nuevo, afortunadamente esta vez pudo conciliar el sueño rápidamente, pero volvió a despertar un poco después, al revisar la hora de nuevo solo pudo molestarse, dos horas habían pasado, se acomodó y se quedó dormida de nuevo, luego eso siguió ocurriendo de nuevo, casi como si su cuerpo estuviese cronometrado, despertaba casi a las dos horas exactas, hasta que despertó una hora antes de que sonara la alarma y ya no pudo conciliar el sueño.
Sasha había descansado, pero no de la mejor forma, no como ella hubiese querido. Se sentía insatisfecha.
Se levantó de su cama y se dirigió al baño, debía comenzar a prepararse y tal vez un baño le refrescaría el humor de la mañana.
La salida con su madre había sido planeada para las nueve de la mañana, el día anterior le había informado el destino del viaje, su madre, luego de una pequeña cara de sorpresa, había aceptado el lugar.
Al ser temprano todavía, habían decidido desayunar en su casa, Sarah, la madre de Sasha, preparó unos panqueques rápidamente y se los sirvió a Sasha. A decir verdad, su madre sabía cocinar bastante bien, lo cual era bueno y un poco sorprendente, después de todo en su otra casa su padre no sabía hacerlo, o cocinaba ella o pedían comida a domicilio, y, a decir verdad, la comida a domicilio ya le comenzaba a aburrir y lo que ella preparaba tampoco sabía muy bien.
(Tal vez le pida que me enseñe a cocinar)
Sarah se sentó frente a ella y con sus propios panqueques en su plato acompaño a su hija en el desayuno.
Al terminar de comer, Sarah le sugiere a Sasha ir a prepararse, mientras ella termina de lavar los platos y ordenar algunas cosas. Al terminar con los pendientes, Sarah también va a su cuarto a prepararse.
Aunque Sasha se arregla rápidamente, baja a la sala de su casa hasta que ya faltan solo diez minutos para irse, cinco después, su madre le dice que se suba al auto.
El viaje en el auto es extraño, aunque Sasha viaja en la parte delantera solo da vistazos rápidos a su madre y rápidamente aparta la mirada, aunque sabe que debería hablar se siente incómoda, una molestia en el estómago y su garganta seca, Sarah por su lado, tiene su vista fija en el camino y en un momento, aprovechando un semáforo, coloca una canción en la radio.
Sasha recuerda lo que le dijo Anne, debía de tranquilizarse, tomar respiraciones largas y controladas, aspirar por la nariz y exhalar por la boca, poco a poco, poco a poco, no debía de tener miedo de dar el paso. Y luego hacerlo.
Mientras lo hace el tiempo sigue pasando y el centro comercial no está tan lejos, antes de sentirse preparada escucha las palabras de su madre.
- Llegamos.
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Un pequeño cambio
FanfictionSasha vivió con su padre en otra ciudad desde que el y su madre se separaron hace unos años. Debido a cierto evento, Sasha vivirá con su madre un par de meses en su ciudad y donde había pasado su niñez. Así, Sasha ha regresado a Los Angeles luego de...