𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 25

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Alex

Hace ya un mes que volvimos a salir con Meli, las cosas han ido muy bien y creo que ambos estamos disfrutando al máximo estos momentos. Obviamente no todo ha vuelto a ser como antes, pero eso me gusta. Me gusta pensar que estamos creando cosas nuevas, que estamos en ese proceso de enamoramiento que tanto me gustó la primera vez.

Aunque creo que nunca dejé de enamorarme de ella día tras día, pero ahora se sentía distinto, en ese entonces recién nos estábamos conociendo, y poco a poco íbamos descubriendo cosas del otro.

Ahora lo sé casi todo de ella, y ella lo sabe todo de mí, de hecho podría jurar que hasta me conoce más que yo mismo. Sé cosas muy mínimas, como que detesta comer el borde de las pizzas y por eso yo siempre se lo cortaba y me los comía. Como que detesta peinarse o arreglarse, pero nunca deja de hacerlo. Que llora con cosas que nadie lloraría, que ama leer libros de fantasía y romance; que tiene una voz hermosa, pero jamás se dedicaría a la música, porque dice que ese mundo no es para ella. Que sus ataques de ansiedad fueron en aumento desde que nuestra relación se hizo pública, pero nunca se quejó sobre ellos; que su madre es lo más importante que tiene, que Sophie es más importante que su propio padre, o que incluso, tiene una cicatriz casi invisible en su rodilla derecha por la vez que se cayó de su bicicleta, y desde ese día nunca se montó en una de nuevo.

Amo saber esos detalles sobre ella, amo saber que en un momento tuvo esa confianza para dejarme ser parte de su vida y aprender sobre esas cosas. La admiro demasiado y creo que ella me ha enseñado a ser quien soy sin darse cuenta.

Me gusta creer que podemos volver a sentirnos así de nuevo, que podrá confiar al cien por cien otra vez en mi, y que seguiré aprendiendo detalles de ella.

Confío que nuestra peor etapa ya pasó, y que ahora solo vendrán situaciones buenas para los dos, juntos como siempre. Que logramos superar este momento tan bajo, y que hasta en algún momento diremos que nos hizo más fuerte.

Hoy la invité a casa para hacer nuestro tan importante viernes de película, ya me hace falta, y quiero que nos relajamos comiendo y riendo por alguna película random que encontremos para ver.

Todo este tiempo he tenido ganas de besarle de nuevo, pero ni siquiera sé cómo me he contenido de hacerlo. He querido que todo fluyera a su ritmo, y que ella decidiera el momento apropiado para volver a besarnos. Pero... no mentiré, se ha hecho más difícil de lo que pensaba en un principio. Igual jamás la obligaría o la presionaria por algo así. Entonces solo estoy esperando, esperando y esperando.

Ya eran las seis de la tarde, tenía acomodado el salón, preparada la tv y hechas las palomitas de maiz. Ya estaban puestas en una fuente grandisima y nuestras latas de coca cola, se encontraban en la mesita del centro. En unos minutos, Meli debería tocar la puerta.

[...]

Seis y media de la tarde, Meli ya se encontraba sentada a mi lado en el sofá, teníamos la fuente de palomitas en medio de los dos, y mirábamos una película de Disney que ella había escogido. De vez en cuando comentábamos algo de la pelí, o hablábamos de algo que nos haya pasado durante la semana.

Sin esperarlo Meli tomó la fuente y la dejó en la mesa, se acercó a mí y apoyó su cabeza en mi hombro, derribando así, toda la distancia entre nosotros. Si no fuera porque debía comportarme, habría saltado de felicidad, mi corazón comenzó a latir más rápido de lo normal, solo de la emoción de tenerla tan cerca de mi otra vez. Tomando un poco más de confianza pasé mi brazo por atrás de su cuerpo y la abracé por la cintura, y así seguimos viendo la película.

Cuándo esta terminó, el silencio se hizo presente, aunque no por mucho tiempo. Todo se sentía tan cómodo, que me di el permiso de hacer algo que quería desde hace mucho, y era hacerla reír a carcajadas haciéndole cosquillas.

Ella no se lo esperaba para nada, así que la tomé por sorpresa, cuando quiso alejarse de mi, ya la tenía acostada en el sofá haciéndole cosquillas, intentó luchar un poco, pero se rindió a los segundos, y comenzó simplemente a reírse sin parar.

El sofa era pequeño, así que sin darnos cuenta nos caímos a la alfombra, y tal y como en nuestro primer beso, con la diferencia que está vez ella tomó la iniciativa, me besó. Y yo me convertí en el chico más afortunado del mundo.

No sé si es una casualidad, o es que el destino quería que nuestro segundo primer beso fuera igual que la primera vez, pero se sintió exactamente de la misma manera.

Al terminar nos miramos directo a los ojos, y no pudimos evitar una sonrisa. Al poco rato la ayudé a levantarse, al hacerlo nos quedamos frente a frente, muy cerca, apoyé mi frente contra la de ella, y nos quedamos ahí, disfrutando de la compañía del otro, siendo felices juntos de nuevo.

Si esto era un sueño, espero que nadie se despierte jamás. Estoy en el lugar, en el momento y con la persona que quiero estar. No necesito nada más en mi vida, no quiero tener nada más en mi mente que no sea este momento. Si se pudieran tatuar recuerdos, este sería el elegido. Estábamos con los ojos cerrados, puse mi mano en su mejilla y los abrimos, sin pensarlo mucho, y siendo completamente sincero, le dije las palabras que necesitaba decir:

—Te amo, Melina.

Sus ojos se aguaron un poco, y volvió a besarme.

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Que lindooooo, quiero llorar 😭

Espero disfruten de este capítulo.

Pd: Quiero agradecer de verdad, el apoyo que está teniendo esta historia, para mi significa mucho que a alguien le guste lo que escribo, más allá de que sea por Quackity que leen. No sé, se siente lindo.
También decirles que estoy muy feliz de que estemos en el puesto n°4 de las más populares. Gracias por todo, de verdad.

Sofcol97 ♡

Sofcol97 ♡

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Solo recuerdos | Quackity (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora