Arcane: La vigilante (Romance con Vi y Caitlyn)

Capítulo 8: Agua y aceite

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Mel durante su infancia se encontró de pie en medio de los escombros de una sala del trono que se desmorona. Su madre Ambessa, se acerca y comienza a regañarla, resaltando las virtudes de la guerra. Momentos después, entran dos guardias noxianos, escoltando a una mujer joven como prisionera, miembro de la realeza recién desmantelada. Mel anima a su madre a mostrar misericordia, pero Ambessa decapita a la prisionera con un golpe de su espada.

De vuelta al presente, Mel se despierta sobresaltada por el recuerdo. Sobre su cama hay una gran pintura del collar del prisionero en el suelo y cubierto de sangre. Ella ve a Jayce junto a ella, todavía dormido.

En otra parte, Caitlyn y Vi regresan a Piltóver, evadiendo escuadrones de vigilantes, mientras la policía corre hacia el Puente del Progreso. Caitlyn abre el recipiente y se da cuenta de que falta el cristal hexagonal.

—No esta— dijo Caitlyn alarmada.

—¿Qué? — preguntó incrédula Violet.

—Todo fue en vano— se lamentó Caitlyn, mientras Vi mira con impotencia en la dirección donde se encontraba a la lejanía el puente.

En el puente, Silco llega y ve el cuerpo de Jinx tirado entre los escombros. Él corre a su lado, encontrando el cristal hexagonal en su mano inerte y una cuerda en su cintura que reconoció de inmediato como la que suele tener Skull. El hombre mira a su alrededor buscando el cuerpo de la otra joven, pero sin resultados. Él lleva a Jinx a Zaun.

Por la mañana, Jayce y Mel llegan al Puente del Progreso para encontrar numerosos cadáveres de los vigilantes, Jayce vomita, mientras se inclina, ve los restos de una de las firelights mecánicas.

En la casa Kiramman, Vi y Caitlyn se cuelan en el dormitorio de la chica de cabello azul a través de la ventana. La Sra. Kiramman tira la puerta hacia abajo, apuntando con un rifle a la pareja como si esperara intrusos, pero se sorprende al encontrar a Caitlyn. El Sr. Kiramman abraza a su hija, aliviado de verla a salvo.

—Y vienes con una vagabunda— comentó Sra. Kiramman observando a Vi, quién frunce el ceño por el comentario.

—Ella es Vi— presentó Caitlyn —Del distrito suburbano—

—Ya veo— contestó la Sra. Kiramman con incomodidad —¿Podemos hablar Caitlyn, en privado? — El hombre ayuda a su hija a salir de la habitación, dejando sola a Violet en la habitación.

Los ojos de Vi observan el cuarto con curiosidad, hasta que su mirada se posa en una foto en el escritorio, la joven se acercó de inmediato al reconocer a una Kora sonriente siendo abrazada por Caitlyn y los padres de la chica detrás de ambas.

—Tenías más familia a la que defender— murmuró Vi —¿Por qué no me lo dijiste? — los dedos de la joven acarician suavemente la imagen de su chica, una risa amarga escapó de Violet —No te hubiera hecho caso ¿verdad? Hubiera reaccionado mal—

Las imágenes de lo que paso en el puente regresaron a la mente de la chica desde su hermana, Ekko y Kora. Violet aprieta la mandíbula —Estas viva, tienes que estarlo. Te acabamos de recuperar—

En otra parte de la casa, el Sr. Kiramman comienza a quitar la metralla de la pierna de Caitlyn. La Sra. Kiramman reprende a su hija por su imprudencia, pero la joven reprende a su madre por su papel en la creación de las miserables condiciones que presenció en Zaun.

—Nuestra hija debe descansar de sus aventuras— intentó calmar la situación el Sr. Kiramman. Un silencio tenso se genero entre los integrantes de la familia y luego la chica de cabello azul miro a sus padres con atención.