Arcane: La vigilante (Romance con Vi y Caitlyn)

Capítulo 3: La violencia bruta es necesaria para el cambio

Silco recuerda una historia de cuando Vander trató de matarlo ahogándolo: el incidente que condujo a su ojo deformado. Reflexiona sobre cómo cambió su perspectiva y contempla su gratitud hacia Vander por hacerlo.

Vander y Benzo llegan a la casa de empeño para encontrar a Vi sentada sola y esperando que los vigilantes lleguen y se la lleven. Vander la empuja a la trastienda y cierra la puerta, donde comienza a golpear y gritar para que la dejen salir.

Grayson, Kora y Marcus llegan momentos después, esperando la respuesta de Vander. En lugar de Vi, Vander se ofrece a ser arrestado. Grayson argumenta que necesita que Vander se quede y mantenga la paz, o de lo contrario "todo se desmorona". Él responde que Benzo se encargará de las cosas, diciendo que "es la única manera". Marcus esposa a Vander mientras Vi continúa con sus protestas.

Kora incrédula mira la situación sin saber muy bien como actuar, pero cuando esta por sacar su cuchillo de la cintura se congela ante la mirada seria de Vander, entendiendo que no debe impedirlo.

Cuando salen de la tienda, Kora se detiene llamando la atención del resto. La joven frunce el ceño. —Algo no esta bien—

—¿Qué quieres decir? — preguntó Grayson confiando siempre en el instinto de la joven. La mujer se acerca, sin embargo, el cráneo de la mujer explota en una parte y cae muerta al suelo.

—¡No! — gritó Kora cayendo de rodillas junto al cadáver

Vi escucha desde la trastienda una conmoción y trata de mirar por una pequeña ventana. Marcus grita que alguien se detenga y una repentina salpicadura de sangre oscurece la visión de Vi. Grayson y varios otros vigilantes yacen muertos en el suelo, asesinados por Deckard. El monstruo desaparece tan rápido como había llegado, dejando a Marcus, Vander, Kora y Benzo confundidos y en alerta máxima. Finalmente, Silco se revela y Benzo da un paso adelante para atacarlo, pero Deckard emerge una vez más para matar a Benzo con una fuerza y ​​​​velocidad inhumanas.

Vander cae de rodilla incrédulo por la situación, Marcus está incrédulo y grita que "este no era el trato".

—¿Trato? — preguntó enojada e incrédula Kora mirando al hombre

Silco responde con desdén que el trato ha cambiado y le lanza a Marcus una bolsa de monedas. Kora salta hacia Silco para atacarlo, pero Deckard levanta un puño golpeando en el rostro a la joven, quién sale volando hacia un costado impactando su cabeza contra una pared.

Deckard deja inconsciente a Vander con un puñetazo en la cara y lo arrastra, siguiendo a Silco, dejando a Marcus y Vi solos y angustiados.

El hombre se acerca a la joven no del todo inconsciente, pero con una herida sangrante en la cabeza, Kora emite un sonido de molestia y aparta de manera abrupta la mano Marcus —Aléjate de mí, escoria— dijo enojada Kora —¡Tu merecías morir! ¡No ellos! —

—No quería esto, Kora... Créeme— dijo Marcus con notable pesar por lo ocurrido

—¡Vete! — gritó Kora —¡Juro que te matare cuando te ponga las manos encima! — amenazo la chica, Marcus se estremeció y dio unos pasos hacia atrás mirando la seriedad en la mirada de la chica de cabello negro y rápidamente se aleja de allí.

En otra parte, Jayce y Viktor estudian profundamente y llega a un cálculo que podría estabilizar los cristales hexagonales. Jayce lamenta que podrían probarlo si tuvieran acceso a su equipo, que actualmente está en el laboratorio de Heimerdinger y está programado para ser destruido al día siguiente.

Viktor muestra las llaves del laboratorio, pero Jayce desaprueba el robo, ya que sabe que los pondría a ambos en riesgo de ser expulsados ​​de Piltóver. Viktor brinda aliento, afirmando que hextech tiene el potencial de hacer del mundo un lugar mejor. Inspirando a Jayce.