Capitulo 8 (Parte 2)

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Pov Emilia

Después de enseñarle a Claudio a nadar, nos dirigimos a la casa, todos estaban dormidos en el living viendo una película, los levantamos para dirigirlos a sus habitaciones, yo fui a la mía, tome una larga y revitalizante ducha, me puse mi pijama y me dedique a intentar dormir ya que el calor no me lo permitía, el calor en la habitación se volvía más intenso así que decidí quitarme la pijama y dormir en ropa interior.

Escuché unos ruidos en pasillo, pensé que era uno de los chicos que iba hacía el baño, pero las dudas acabaron cuando abrieron la puerta de mi habitación.

-¿Estas despierta? -Dijo.

-No, estoy dormida, ahora vete. -Dije con los ojos aún cerrados y la cobija hasta el cuello, ya que no queria mostrar de más.

-No me iré, vine a dormir contigo. -Cuando abrí los ojos vi a Claudio más desafortunada no podía ser.

-¿Hablas en serio?

-¿Me ves riendo? Además me debes una apuesta, debes hacer todo lo que YO te diga. -Dijo enfatizando la palabra YO.

-Está bien. -Me senté en la cama, haciendo caer la cobija que descubrió todo mi pecho- Tu te sentarás en ese extremo y yo en el otro, ¿de acuerdo?

-Está bien. -Dijo metiendose bajo el cobertor.
Sonriendo por ver mi pecho semi-desnudo.

Pasaba el tiempo y ninguno de los dos podia conciliar el sueño, lo sabia porque se movia cada dos minutos, cada vez se fue acercando más a mi, hasta que tomó mi cuerpo y lo puso sobre su pecho. Haciendo que mi pecho quedará sobre el suyo al igual que mis piernas contra las suyas.

-¿Qué haces? -Dije en voz baja no queria levantar a los demás por mis gritos.

-Tal vez así puedas dormir. -Ligeros choques eléctricos sentia cada vez que escuchaba su corazón latir. Un escalofrio recorrió mi cuerpo cuando el pasaba su mano sobre mis muslos.

-¿Qué haces? -Dije sentándome sobre la cama. El tomo mi misma posición.

-Nada, es que sentí mucha carne descubierta. -Dijo sonriendo,

-No me creas idiota querías tocarme el... -Fui interrumpida por sus labios contra los míos, el besaba mis labios, mientras yo me quede en shock por su acción, era raro, pero sentia la necesidad de responder así que le seguí el beso, él se posicionó encima mio haciéndome caer suavemente en la cama, sus labios eran tan cálidos y húmedos, me acercó más hacia él, puse una mano en mi cintura y me apretaba con fuerza, sus labios se movían constantemente contra lo míos, y lo único que desee en ese momento es que no parara. Cuando recuperé la razón lo aleje bruscamente de mí, él me miro confundido.

-Es mejor que intentemos dormir. -Dijo acomodandose en la cama.

-Eso creo. -Dije dándole espacio cerca de mí.

-Buenas noches. -Dijo.

-Gracias por lo de ayer. -Solté sin saber porque demonios dije eso.

-¿Por qué? -Dijo mirándome.

"Lo siento, por permitir que te traten así", "Que tengas buenas noches linda". -Dije imitando su voz.

Sus ojos se abrieron y noté como se ruborizó.

-Espera, ¿no estabas dormida?

-No, sentí todo lo que me hiciste, absolutamente todo.

-Perdona si te molestó. -Dijo serio.

-No me molesto. -Estábamos en el centro de la cama uno mirando al otro, hasta que nos quedamos dormidos.

El beso que nos dimos traía consigo emociones, no era un beso vacío, podia sentir algo diferente a deseo.

Desperté por los rayos del sol invadiendo la habitación, estaba encima de Claudio justo como él me había acomodado ayer en la noche. Levante mi mirada, el estaba durmiendo plácidamente, se veía tan angelical durmiendo, mire sus parpados junto a esas pestañas curvas que tenia, su nariz tan linda y sus labios. Baje mi cabeza y me apoye en el. Me senti apenada por el beso de ayer, no sé que pasó en mi, me senti estúpida por haber hecho lo que el quería, pero a la vez aliviada porque no me molestaría más. Ya consiguió lo que quería. ¿no?

Me levanté de la cama para ir al baño a ducharme, acción que lamenté porque él despertó.

-¿A dónde vas?

-Voy a ducharme, deberías hacer lo mismo, nos iremos en un par de horas. -Dije sin mirarlo, quería comportarme lo más fría posible.

-Deberiamos ducharnos juntos. Asi ahorramos agua, ¿no? -Lo miré y me guiñó un ojo.

-¿Tu me subiste de nuevo en tu pecho anoche?

-No, tu lo hiciste sola, y por si no lo sabías también hablas dormida.- Se le dibujó una sonrisa.

-Y... ¿que dije? -Pregunté, espero no haber dicho una barbaridad.

-Pues te volviste a subir a mi pecho y me susurraste un "Te Quiero", ¿Lo recuerdas? -Dijo con una gran sonrisa.

-No, debi estar delirando. Dije mientras entraba a la ducha.

El agua fría me ayudaba a reflexionar, recordé todo lo que había sucedido ayer en la noche, nunca estuvo en mis planes besarlo, aún no cambiaba mi idea de que era un completo idiota, decidí olvidar lo que sucedió, el agua fría caía por mi cuerpo mientras seguía pensando que hacerme la que no ocurrió nada mejoraría las cosas, además fue sólo un beso y dejaría de ver a Claudio en tres semanas, ya se me ocurrirá algo para no tener que verlo más. Me odié en esos instantes ya que supuse que él se comportaba asi con todas las chicas, me arrepenti al haberme sumado a su historial de chicas besadas. Sali de la ducha y le pedí que se marchara a su habitación ya que tenía que vestirme. Me peine mi cabello y lo escondi poniéndome mi gorro, dejando caer unos mechones por los lados.

Baje con mis maletas hacia el living, los chicos me esperaban para tomar el desayuno. Todos estábamos sentados en la mesa hablando de diversos temas.

-Me diverti demasiado, ¿que tal si lo repetimos? -Dijo León.

-Me encantaria. -Dijo Ulises.

-Y Claudio ¿dónde estabas anoche? No dormiste en la habitación. -Dijo Silverio mirándolo fijamente.

-Eh, estaba... tenía mucho calor así que dormí en la terraza. -Dijo Claudio evadiendo a Silverio.

-¿A qué horas partimos? -Pregunté.

-¡Ya!, Empiecen a subir las maletas a sus autos y nos vamos a casa.

Cerramos la puerta de la casa, subimos las maletas a los autos, me despedí de cada uno de los chicos de beso en la mejilla y abrazo, cuando llegué a Claudio solo me limité en sacudirle la mano en señal de despedida, él, con una mirada no muy amigable, me respondió el gesto. La camioneta de Silverio fue la primera en partir, seguido del auto de Claudio y de último el mio.

QUE COMIENCE EL JUEGO (CLAUMILIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora