Pov Claudio
La fogata ya estaba encendida y nosotros alrededor de ella, le pregunté a Silverio si Jasmine podia estar con nosotros, ya que seria muy grosero de mi parte no invitarla.
El accedió.
-Y diganme, ¿cómo la han pasado en estas vacaciones? Preguntó Silverio.
Todos comentaban que habian hecho, incluso yo hasta que llegó el turno de Emilia.
-Yo no he hecho nada en especial, ya saben, he hecho algunas fotografias y dado algunas clases.
Empezamos a bromear el ambiente se volvió muy cómodo pero una voz chillona acabó con la diversión.
-Clau, no me siento bien aquí, tus amigos no me quieren.- Dijo entre susurros para que los demás no escucharan.
-Tranquilizate, ellos son muy divertidos, sólo intenta participar a la conversación.
Segui riendo con los chicos, Emilia y Machu eran expertas en hacer enojar a los chicos, pero sólo eran bromas. Reíamos y reíamos, los chicos contaban las anécdotas de cuando se conocieron, de repente se escuchó música muy fuerte proveniente de la casa al lado de la nuestra.
¿Quieres bailar?-Dijo Emilia refiriéndose a León.
-Claro.-Dijo el sonriendo.
Empezaron a bailar, sonaba la canción Glad you Came. Emilia bailaba sensualmente frente a León mientras él sólo seguía el baile. Volvía esa sensación en mi, quería ser yo quien estuviera con ella, quería que fuera mi piel la que rozara la suya, queria sentirla cerca mío, pero no podía ser así ya que me odiaba, o eso parecía.
Pasaron del baile sexy a tontear, León le hacía cosquillas a lo que ella respondía con risas
esquizofrénicas.-Ya está oscureciendo, ¿qué tal si vamos a comer a un restaurante? ¿Les parece? -Dijo Silver.
-Me parece genial. -Dijo Ulises.
-Esperen, llamo a esos dos y nos marchamos.- Dijo Silver refiriéndose a León y Emilia.
-¿Por qué no invitas a tu amiga, Claudio? - Dijo Silverio. Mire con una sonrisa fingida a Jasmine que se encontraba feliz por la invitación.
-Yo encantada. -Dijo Jasmine.
Tomamos el auto de Silverio mientras él iba de piloto. Llegamos a un restaurante un poco lejos, pedimos una mesa para ocho y nos dispusimos a ordenar. Cuando el camarero tomó nuestra orden, Jasmine quiso romper el silencio e hizo una pregunta no muy agradable para algunos.
-Y Emilia, creo que te llamas, ¿tu eres la novia de León?- Lo dijo para incomodarla.
-¿Y eso a ti qué?-Dijo Emilia mirando el menú.
-Es que por la manera en la que bailaban se podria decir otra cosa, además cualquier persona que te viera bailando así con alguien pensaría automáticamente que eres una p...-Jasmine fue interrumpida.
-¿Una qué?- Dijo levantándose de la mesa.
-Creo que Jasmine debe irse. -Dije contemplando la situación.
La tomé del brazo y la lleve hasta la entrada.
-Deberías irte, estás empezando a molestar a mis amigos. Dije un poco molesto.
-Está bien, nos vemos mañana. -Dijo acercándose a mi boca.
-No, no nos veremos mañana, no me agradas.- Dije sin la más minima intención de ofenderla.
-¿Entonces me estabas utilizando?-Dijo resentida.
-No, tu sola te utilizaste, olvidas que tú eras la coqueta?- Dije mirándola inocentemente con una pequeña sonrisa asomándose.
-Eres un idiota.- Me abofeteo.
La vi alejarse mientras me tocaba mi mejilla que tomaba un color rojo por el golpe. Me dirigi de nuevo a la mesa.
-Lo siento chicos. -Dije mirando hacia el suelo -No pensé que me topara con una loca.
-Vaya, que si está loca. -Dijo Pablo.
-No se preocupen, no volverá a ocurrir.
Emilia solo miraba su plato de comida.
El resto de la cena fue muy tranquila, en ciertos
momentos me detenía para verla, sin que lo notara. Terminamos de comer y nos dirigimos a la camioneta de Silverio. El iba de conductor y yo de copiloto, mientras que los demás encajaban perfectamente en la parte de atrás. El viaje se torno lento y silencioso. ya que supuse que todos estaban cansados.Cuando Silverio estacionó el auto vimos hacia la parte trasera Emilia, Machu y Ulises estaban dormidos.
-Wow, que cómodos se ven, ¿ahora qué hacemos?- Pregunto Silverio.
-No hay otra opción, hay que llevarlos en los
brazos.-Está bien. Pablo, toma a Ulises; Claudio, toma a Emilia y yo tomaré a Machu; León, tu encargate de abrir la puerta.
Entramos a la casa y nos dirigimos a las respectivas habitaciones que le correspondían a los que llevábamos en brazos, cuando llegué a la habitación de Emilia, la recosté suavemente en su cama, tenía una linda sonrisa sobre su rostro, no me aleje mucho para contemplarla, se veía tan hermosa, tan inocente, tan inofensiva, pero solo dormida ya que en sus cinco sentidos es realmente aterradora. Con una mano la apoyé sobre mi pecho para quitarle su chaleco ya que así estaría más cómoda, me detuve un momento, escondí mi rostro en su cuello para poder disfrutar su olor, aquel aroma al que yo era adicto.
Recordé lo que le había dicho Jasmine asi que dije unas palabras que nunca se las diria si lograra escucharme.
-Lo siento, por permitir que te traten asi. -Sin pensarlo dos veces, ya que me deje llevar por su belleza, presioné sus labios contra los míos por tres segundos, sus labios eran tan suaves como el algodón, eran realmente acogedores, podría quedarme ahí pegado toda la noche si ella me lo permitiera.
Le puse una delgada sabana en su cuerpo ya que hacía calor. Acaricié su sedoso cabello y le di un beso en su frente.
-Que tengas buenas noches linda. -Sali de ahí y fui a mi cuarto que lo compartia con Silverio.
-Te tardeaste demasiado diría yo. -Dijo el recostado a un lado de su cama.
-Eh... si, es que le estaba poniendo un cobertor. -Dije nervioso, no sé qué haría si alguien se da cuenta de lo que hice hace unos minutos, menos ella.
No lo creo, estaba lo suficiente dormida como para darse cuenta que pasaba a su alrededor.
-¿Te gusta? -Dijo Silverio enarcando una de sus cejas.
-No me gusta, sólo es una fantasia de verano. - Menti.
-Yo que tu no me involucraría más, veo que vas muy en serio, ¿qué harás cuando ella te vea en la escuela?
-Por favor, no quiero que sepa que yo también estudio ahí, quiero que sea sorpresa.- Se dibujó una sonrisa en mi al pensar que lo primero que diría al verme en la escuela sería: Idiota.
--Aún no sé porque no se conocían. estudian en la misma escuela y aun así nunca se habían visto, y eso que nosotros somos buenos amigos.
-No lo sé hermano, tal vez así lo quiso Dios. -Dije sonriendo, era verdad, era una extraña casualidad que ninguno de los dos no nos conociéramos estando en la misma escuela, incluyendo que yo era muy popular por mi fama con las chicas.
-Está bien, ahora duerme que mañana será un buen día. Descansa. -Dijo apagando las luces.
-Tu igual.- Dije quitándome la mayoría de ropa posible.
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QUE COMIENCE EL JUEGO (CLAUMILIA)
Hayran KurguEmilia Ruiz, una chica extrovertida, arriesgada, engreída, inteligente, rebelde, prepotente, amante a la aventura, pero a pesar de todos sus defectos tiene una gran personalidad y belleza singular, faltaba un mes para entrar nuevamente a la escuela...