Capitulo 14 (Parte 1)

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Maratón 2/4

Pov Claudio

Estaba hablando con Ulises y de repente vi una imagen que no me agradó mucho, era Emilia con un chico que la quería besar a la fuerza, me paré rápidamente de mi puesto y me dirigí hacía la terrible escena. Le di un puñetazo en la cara haciendo que cayera al piso de un solo golpe.

La tomé de la mano y la llevé hacía el patio de la casa de Silverio. Era grande y con árboles, arbustos y una piscina.

-¿En que estabas pensando? -Le dije tomándola
de la cara haciéndola reaccionar, obviamente ya estaba ebria

-¡Claudio! -Me abrazó, si, es oficial, estaba ebria, ya que en sus cinco sentidos jamás se alegraria de verme.

-Respóndeme, ¿por qué tomaste tanto? -Quería
explicaciones.

-Solo era un reto, calmate. -Dijo riendo muy tranquila.

-¿Es que no lo ves?, te queria embriagar para
poder...si no llego a tiempo quien sabe que te haria ese chico.- Dije furioso, ya entendía los fines del famoso reto.

-¡Claro que no!

-Vamos, te llevaré a tu casa. -Dije tendiéndole la mano para que no fuera a caer.

-No quiero. -Cruzo sus brazos e hizo un puchero.

-Vamos... -Supliqué.

-Métete conmigo a la piscina.- Se le dibujo una gran sonrisa.

-No, puedes ahogarte, vamos a tu ca.... -Antes de
poder terminar la frase ella ya había saltado a la piscina, cuando vi que no salía me preocupé, me lancé al agua para buscarla.

La tomé de la cintura y la saqué.

-No me hagas eso, ¿me quieres matar del susto? -Ella sólo reía a carcajadas-.

-No puedo llevarte así a tu casa.

-Vamos Claudio, no seas aburrido, ¡nademos un rato! -Su sonrisa no se iba, parecía permanente en ese estado en el que se encontraba

-No.-La tome de la mano y la llevé a mi auto, ambos estábamos empapados.

-Llamare a tu casa para decirle a tus padres que
te vas a quedar a dormir en casa de Silver.

-¿Les vas a mentir?

-No, te estoy ahorrando problemas. -Marqué a su casa, me contestó un hombre. Supuse que era su padre.

-Buenas noches.

-Buenas noches, eh... habla un amigo de su hija, era para informarle que ella se quedara en casa de Silverio ya que esta hora no es conveniente para conducir.

-¿Está bien?

-Si, esta dormida, tuve que obligarla. -Emilia soltó una carcajada ante mi comentario.

-Debió haberle llevado mucho trabajo, mi hija es muy rebelde y testaruda.

-Creo que la conoce muy bien, si, me costó un poco pero lo logré. Ella mañana en la tarde estará en su casa, yo me encargaré de llevarla. - Si él era su padre debía causar buena impresión.

-Muchas gracias, ¿me recuerda su nombre?

-Claudio, Claudio Meyer.

-Está bien Claudio, muchas gracias. Adiós.

-Adiós, que esté bien.

Llegamos a mi casa, tomé a Emilia de la mano y la lleve a mi habitación, aun seguíamos mojados, ella se tiro en mi cama.

QUE COMIENCE EL JUEGO (CLAUMILIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora