Por fin habia llegado a casa, estacioné el auto, baje mis maletas y entre a la casa encontrándome con una gran sorpresa.
¡Papá! ¿Qué haces aquí? --Salté hasta sus brazos.
-Ya terminé los asuntos de trabajo en la sucursal de Francia, así que vine lo mas pronto que pude, ¿Te sorprendi?
-No sabes cuanto. -Me giré hacía donde se encontraba mi madre, estaba emocionada por lo que podía notar.
-¿Saben que estoy pensando? Esta es una ocasión especial. ¿Qué tal si vamos a "La lle du Paris"?-Dije con una gran sonrisa en mi rostro.
-¡Que buena idea! ¿y que esperamos?, ¡Vamos! -Dijo mi padre eufórico, Tomo su auto y llegamos al sitio indicado, Alex nos recibió emocionado, ya que hace mucho no ibamos en familia.
-¿Ocasión especial, eh?... ¿Así que llegó tu
padre? -Dijo Alex-Si, ya lo extrañaba mucho.- Dije dirigiéndome a la mesa en la que mis padres estaban sentados.
-¿Recuerdas la cita de la que te comenté?
-Si. ¿no me has llamado porque? -Dije haciéndole un puchero.
-Por favor, no me mires así, las cosas en la universidad se han vuelto complicadas así que dudo mucho de hacerlo pronto. ¿Puedes esperar un poco?-Dijo devolviéndome el puchero.
-Está bien, tómate tu tiempo.
-Perfecto, llamare al mesero para que les tome la orden.- Asenti con la mirada.
-Y bien, ¿no piensas agradecerme?-Dijo mi
padre.-¡Oh! Es cierto. Gracias, infinitas gracias por el auto, ¿Sabías que te amo? -Dije sonriendo como cuando tenía cinco años.
-Le he contado a tu padre sobre las clases. - Dijo mi madre.
-¿Qué te parece papá? Tengo un trabajo. -Dije levantando mis cejas.
-¡Me parece geniall Así aprenderás a ser más responsable.
-Lo mismo dijo mi madre.
-Y dime hija, ¿este tiempo de mi ausencia te ha hecho cambiar?
-¿Cambiar que?---Pregunte, sabiendo perfectamente la respuesta.
-Ya sabes lo rebelde, sarcástica, engreída, grosera, imponente...-Deje soltar una lagrima y algunos sollozos falsos.
-Ah! y se me olvidaba, gran actriz, no debí permitir que tu madre te pagara esas clases de modelaje con teatro incluído.
-Oh, papá, sabes que nunca voy a cambiar. Además mi madre dice que así eras tu a mi edad. -Reproché.
-Sabes que no te lo digo en modo de ofensa, pero ya verás que llegará alguien que te haga cambiar de parecer.
-Si, como no!- Bufe.
-Y dime, ¿por qué te motivaste a "trabajar"?— Hizo comillas con sus dedos.
-¿Por qué las comillas? Ese en realidad es un trabajo, no sabes lo que me ha tocado sacrificar por estar dando clases.
-Por favor, si sólo te la pasabas en la casa de Silverio y si no en la de León o la de Machu. Ha sido así desde la primaria. -Dijo mi madre.
-Si, recuerdo cuando se bañaban desnudos en la piscina.- Dijo mi padre en una gran sonrisa.
-Tenemos fotografías por si algún día quieres revivir esos buenos tiempos. -Dijo mi madre,
-Pero yo era muy pequeña, no se distinguía si era niña o niño.- Protesté.
-Ah, y sin desviarnos del tema, tome el empleo porque necesito renovar mi guardarropa. -Dije llevando un gran trozo de pollo a mi boca.
-Creo que ya no será necesario, yo te daré el dinero que falta. -Dijo mi padre sonriendo.
-Es... ¿es en serio?-Me atranqué con mi
bocado.-Si, pero anda, sigue comiendo y cuéntame de dónde venías. Cuando llegué no te encontré en casa
-Ah, es cierto, Silverio planeó un viaje a Malibu y no dude en ir, además fue divertido.
Terminamos la cena y nos dirigimos hacia el auto, llegamos a casas exhaustos, yo fui a dormir rápido ya que mañana tenía lección con Alli.
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QUE COMIENCE EL JUEGO (CLAUMILIA)
FanfictionEmilia Ruiz, una chica extrovertida, arriesgada, engreída, inteligente, rebelde, prepotente, amante a la aventura, pero a pesar de todos sus defectos tiene una gran personalidad y belleza singular, faltaba un mes para entrar nuevamente a la escuela...