♥︎ 𝖨𝗇 𝗍𝗁𝖾 𝗈𝗍𝗁𝖾𝗋 𝗅𝗂𝖿𝖾 ♡︎ // Joseph Quinn

♡︎ Mi héroe ♡︎

Narra Circe (antes de la tragedia):

Estaba en mi habitación, mi padre me gritó desde abajo.

No sabía si ir o no.

Mi corazón latía fuertemente.

-: Circe, podemos hablar?!

Su voz sonó tranquila, lo cual me asustaba.

Me arme de valor y salí de la habitación.

Solo quiero escuchar decir un "lo siento", eso todo.

Al bajar, no logré verlo, hasta que salió de la sala.

Odiaba mirarlo, odiaba ver su rostro.

-: Circe...

Tengo cierto miedo.

-: Que es lo que quieres?

Mencioné sin mostrar alguna emoción.

-: Sabes... Hoy me tomé el día libre para hacer la cosa que más esperaba en la vida.

Yo lo mire extrañada.

-: De que diablos hablas?

-: Ayer Circe... Logré escuchar tu charla con Natalia.

Los pasos, tenía razón al pensar que escucho.

-: Sé que te vas Circe.

-: No se de que estás hablando.

Mentía, cada una de las palabras que salían de su boca eran verdaderas.

-: Te irás con el mocoso de.. Joseph?... Así se llama, no?

-: Y que si me voy con él? Estaría mucho mejor.

El camino hacia mi.

-: Circe... Recuerdas que te dije que... Podía deshacerme de ti como lo hice con tu madre?

Mi corazón comenzó a latir fuertemente.

-: Que con eso?

Mis ojos picaban.

-: Si no me dices la verdad puedo hacerlo ahora...

-: Que es lo que quieres saber?!, Ya lo sabes todo, ya hiciste toda la mierda que querías hacer!, Que más quieres?!

El me miró molesto.

-: Te irás con el, no es así?

-: Si...

El suspiro.

-: Circe...

El se acercó a mi, yo retrocedí, pero la puta pared me evito caminar más.

-: En serio lo siento mucho... Lo siento por ese chico, merecía algo mejor.

Mis lágrimas comenzaron a caer.

-: Lamento que ese chico te hiciera creer que eras demasiado para alguien, siento mucho que el chico se haya enamorado de una chica...

El tomo mi rostro bruscamente lastimandome.

-: Cómo tú. Eres una persona que realmente no vale absolutamente nada y creo que ahora más que nunca, mereces descansar.

Yo lo mire extrañada.

-: Qué?

-: Deja que el chico consiga algo mejor. Recuerda que dije que ustedes no podían tener su final feliz, y hasta aquí llegaron ambos.

Al instante comencé a sentir cierto dolor en mi abdomen.

El saco el cuchillo de mi, yo caí al suelo y el solo pudo irse de casa, dejándome tirada en el suelo, sangrando, sufriendo y llorando, rogándole a dios para no morir.