El juez Efendi estaba en su lecho de muerte se había despedido de su mujer, su nuera y su nieta adolescente.
- Llama a Med – Le dijo a su mujer. La madre de Med lo fue a llamar.
- Vaya con mi esposa Madre. - Cuando se quedo solo con su padre le dijo. - ¿Cómo se siente padre?
Habían pasado dos años desde la muerte de el jenízaro.
- Como quieres que me sienta.
- Tome un poco de te – Le hizo beber. El viejo bebio.
- Te dejo mis propiedades.
- Todo – Le hizo beber toda la taza - El cianuro es muy potente.
- ¿Qué? - El anciano apenas podía levantar la cabeza.
- Todas las mañanas le llevaba su te y le ponía cianuro.
- ¿Tu me envenenaste?
- Siempre lo odie. Me hacia mucho daño cuando me encerraba a oscuras. Después cuando estuvo de acuerdo que por ir a las tabernas me consideraran adultero y pidió que me de cien azotes siendo que yo no era un hombre casado. También que no me avisara el castigo por renunciar al consejo del Sultan. Se merece morir de manera horrible. Ademas quería decirle que a mi esposa la violaron antes de casarnos y la niña que usted cree que es su nieta es producto de una violación. Su sangre y apellido se perderan porque yo no tendre hijos. Soy homosexual.
El hombre se hecho a llorar. Empezó a ahogarse y murió entre estertores de dolor.
Med tomo los libros y escritos de su padre y los tiro a la chimenea pronto las brazas consumieron todo.
Los escritos de las leyes de su padre les borroneo las firmas para que nadie sepa como se llamaba.
En el cementerio tres años después Med retiro la lapida que señalaba la tumba de su padre y la rompió en mil pedazos. No quería que nadie recordara a ese viejo.
Volvió a su casa y le dijo a su mujer.
- Han pasado cinco años.
Ella estaba extrañada de la muerte del juez solo pasaron tres años.
- ¿Desde la muerte de tu padre? – Pregunto dudando.- ¿Med fuiste al cementerio?
- Si. Pero no te hablo de eso.
- Hay que pensar en la boda de nuestra hija.
- Primero hay que pensar en la muerte del herrero.
- Med no puedes decirlo enserio.
- Ya lo tengo todo preparado. Consegui cinco perros enormes y no les doy de comer desde hace una semana.
- Pero Med.
ESTÁS LEYENDO
EL AMOR DE MEHMED : ESTOY CAZANDO.
Science FictionEs la continuacion de mi otra historia EL AMOR DE MEHMED: "NO ME PUEDO CASAR".