Salir del Encanto

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Pocos minutos después de la ceremonia de Antonio, la joven Madrigal de anteojos se encontraba en su habitación prepando su mochila de viaje y empacando comida, ropa, y el resto de sus cosas para el posible largo viaje que haría, escribió varías cartas y las dejó encima de su cama, cada carta iba dirigida para algún miembro de su familia, luego bajo nuevamente al primer piso de Casita y se despidió de está, pero antes de poder siquiera salir de la casa, está misma la detuvo para que no se fuera y moviendo algunas de sus tejas le dijo que la ayudaría a salir del Encanto y que alguien más iría con ella, antes de que la joven pudiera preguntar quien era ese alguien que la iba a acompañar en su viaje, Casita saco de entre sus paredes a su tío Bruno a quien Mirabel no veía prácticamente hace diez años.

Después de que la joven le contó lo que quería hacer a su tío Bruno y de que además le tradujera todo lo que Casita había dicho, tío y sobrina salieron de está y se despidieron de ella para luego subirse al caballo que la misma casa había traído, los dos llegaron con el caballo hasta una de las enormes montañas del Encanto y está gracias a la magia de Casita se partió a la mitad permitiéndoles el paso y dándoles una salida de lo que en algún
momento de sus vidas fue su hogar; Bruno y Mirabel continuaron con su viaje en el caballo sin saber lo que se desataria con su familia a la mañana siguiente.

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