Mientras iban en el carruaje Abril se veía muy inquieta, Cassianle dijo. _Deja de preocuparte, Lessan no se
enfadará contigo. _ ¿Lessan? _Es un apodo, le digo Lessan de cariño, mi madre lo llamaba así. _A mí nadie
me ha dado un apodo nunca, bueno tampoco hahabido nadie que sienta cariño por mí. _Yo te
quiero. Respondió Cassian mientras le veía fijamente. _ ¿Me quieres? _Si, tú eres mi amiga, te quiero como
amiga, solo como amiga. _Entonces tú me darás un apodo al igual que tu hermano. _Si es lo que
deseas. _Si. _Hum...déjame pensar en un buen apodo para ti. Cassian se quedó pensando un momento y le
dijo.
_Aby, ¿Qué te parece ese apodo? Abril sonrió ampliamente y respondió. _Me encanta. _Entonces te llamaré así, Aby. Mientras pasaban por la ciudad Cassian corrió las cortinas y ledijo a Abril. _Aby, mira por la
ventana. Abril sintió algo extraño en su corazón cuando Cassian la llamópor su apodo, ella se asomó por
la ventana, fuera se veía unamultitud de personas caminando de un lado a otro visitando lastiendas, ella
se quedó mirando todo con asombro hasta llegaral puerto, Cassian se bajó primero y ayudo a Abril a bajarse
del carruaje. Enfrente de ellos había varios barcos, desde la distancia a Abril lehabían parecido pequeños,
pero al estar tan cerca se dio cuentade que no era así, aquellos barcos eran enormes. Cassian sealegró de
haberla llevado al puerto al verla tan feliz y sobre todoporque ellos se habían vuelto más
cercanos. *** Alessandro se dirigía a salir en busca de los piratas después deorganizar a los soldados cuando
vio a una mujer que llevaba ungran sombrero blanco de cabello rojo, sin pensarlo él se acercó,quería
comprobar que esa mujer no fuera su esposa. "Es imposible, le prohibí que no lo hiciera"
Alessandro agarró la mano de Abril y dijo. _Espera un momento. _Ya nos vamos hermano. _ Está haciendo
calor, vamos dentro un momento para que serefresquen antes de irse, no quiero que se desmayen en
elcamino. _Yo estoy bien. Respondió Abril mientras intentaba cubrir su rostro con susombrero, Alessandro se
lo quitó y le dijo. _Tu cara está roja, no pareces estar bien, vamos dentro. Cassian soltó la mano de Abril ante
la dura mirada de suhermano que parecía preguntar cuando soltaría su mano. Él sequedó unos pasos por
detrás mientras ellos se dirigían al interiorde una casa cerca del puerto. Al llegar al interior de la
casa Alessandro le pidió a un sirvienteque estaba arreglando unas flores y le que llevará bebidasfrescas para
sus invitados. Aquel sirviente se quedó mirando lamano del rey que sostenía la de una hermosa pelirroja, él
sabíaque el cabello rojo era poco común, que solo los dependientesdirectos de la familia Venobich poseía,
inmediatamente dedujoquién era esa mujer, era la esposa del rey, él inclinó su cabeza ypor un momento una
leve sonrisa apareció en sus labios, Alessandro había pasado de largo, sin embargo, Abril vio algo siniestro y
aterrador en su sonrisa.
Ella sintió un escalofrío recorriendo su espalda, era como sisupiera lo que había en su corazón y no era
nada bueno. Alessandro los llevo hasta una pequeña sala, Cassian se sentó enun sofá de marrón, Alessandro
se sentó en el que había frente aCassian, Abril se quedó de pie sin saber muy bien qué hacer,Alessandro
tomó su mano y le dijo. _Siéntate, pareces cansada. Abril se sentó a su lado, ella movía sus manos
nerviosamentecomo solía hacerlo cuando estaba muy nerviosa. Alessandrosujeto sus manos y le dijo. Lo siento, no quería asustarte hace un momento, es solo queestoy muy cansado y este lugar no es muy seguro
en estosmomentos. _Lo entiendo. Aquel sirviente entró en la sala con una bandeja en sus manos,les ofreció
una limonada y después se dispuso, al cruzar la puertase quedó mirando a la princesa un momento y
después se retiródejándolos solos.