*・Capítulo 2・*

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Era un viernes por la noche, estaba preparando la ropa para el siguiente día mientras intentaba calmar sus nervios ¿Quién no estaría aterrado de hacer tal cosa? Sí, tomó la decisión de ir por su propia cuenta a probar el nuevo dispositivo, algo que definitivamente no le iba a gustar a sus padres mucho menos al mayor pero valdría la pena al final, confiaba en el equipo de trabajo.

Durante tres semanas se la pasó investigando sobre el edificio de la compañía Argus, de vez en cuando le preguntaba a su hermano por la ubicación del Soul Translator y en ese periodo de tiempo reunió la información necesaria para su prometedor pero poco seguro plan.

¿En qué consistía esto? Según lo que investigó y la opinión de su hermano, el acceso al edificio era solo para personal autorizado, por lo tanto usaban tarjeta de identificación para entrar a las salas en las cuales tenían proyectos; el STL se encontraba en el último piso del edificio, debido a que pocas personas podían entrar no había mucha seguridad, algo que le proporcionaba ventajas, además ya había visitado las instalaciones anteriormente para probar el NerveGear así que no sería problema perderse en los pasillos, si es que no los habían remodelado.

El plan era tomar prestado la tarjeta de Kikuoka e infiltrarse al edificio, obviamente esto lo haría en su día de descanso y para reducir el riesgo de ser descubierto iría en la madrugada; sonaba descabellado pero entre ellos no había mucha diferencia, con un peinado distinto seria más que suficiente para pasar desapercibido.

El reloj marcaba las 10 pm, hora en la que todos se duermen así que era momento de lo que consideraba más dificil: Ir a la habitación de su hermano. Caminó de puntillas para no hacer ruido y con mucho cuidado abrió la puerta, gracias a la luz que entraba por la ventana pudo observar la tarjeta que estaba sobre el buro; se aseguró que fuera la que necesitaba y salió lo más rápido posible para volver a su habitación.

Suspiró aliviado de tener la "llave" en sus manos, obviamente sus nervios lo hacían querer desistir de esa idea pero no lo haría, había esperado mucho tiempo para estar con arrepentimientos.

Al siguiente día se despertó alrededor de las 3 am, se vistió con una sudadera de color negro con pantalones y zapatos del mismo color, además se colocó unos lentes para despitar las cámaras de seguridad.

Después de unos minutos de viaje entró al edificio, realmente no fue difícil debido a la hora, tal como lo planeó los guardias de seguridad que cuidan la entrada principal aún no habían llegado y para entrar únicamente deslizaba la tarjeta en un dispositivo.

Según el mapa que tenia en sus manos, ya había llegado a la habitación. Introdujo nuevamente la tarjeta, para suerte suya apareció un letrero de color verde con el mensaje: Acceso autorizado. Al visualizar la máquina que se encontraba en el centro quedó embellecido, simplemente era fantástico y no podía creerlo.

Atrás de el dispositivo había una enorme pantalla con un mapa que tenía el nombre de "Underworld" el lugar que tanto anhelaba visitar.

-¡Kazuto! ¡Detente!-

Oh no, la voz de su hermano mayor llegó a sus oídos, miró hacia atrás y efectivamente estaba intentando entrar a la habitación alrededor de seis personas, incluyendo los de seguridad; se apresuró a encender el Soul Translator, habían unos cables que según sus conocimientos iban conectados en su cabeza. Ya lo habían descubierto, permitir que lo atraparan solo mandaría todo su esfuerzo a la basura, el tiempo le llevó idear un plan perfecto, así que no lo permitiría de ninguna manera.

Pudo escuchar como abrían la puerta pero ya era demasiado tarde, cerró sus ojos y entró en la inmersión.
Sentía pánico al experimentar aquella nueva sensación, no era como el Nervegear, ya que en este podía sentir como su cuerpo en totalidad era transportado a otro mundo.

C I N E M ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora