*・Capítulo 5・*

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El pelinegro divagaba entre sus pensamientos mirando al techo, era medianoche y no tenía sueño ¿Cuál era la razón de sus desvelos? Bien, la cita que le propuso al rubio, que por cierto solo fue un impulso por el calor del momento ya que no tenía ni la menor idea de como llevarlo a una.

Siempre había fantaseado con tener un momento romántico con él, es algo que cualquiera de nosotros hace cuando estamos enamorados ¿Cierto? Pero pensar y hacer son dos cosas muy distintas; otro de sus problemas es que el chico que le gusta es muy complicado.

Se sentó en su cama y encendió la lámpara, tomó una libreta para empezar a escribir cada una de sus ideas para elegir la que más le convenga al final.

Cómo se mencionó anteriormente, Kirito no era un "Don Juan" con las chicas pero había leído ciertas cosas en Internet y eso sería su apoyo ya que carecía de experiencia en el amor.

Comenzó haciendo una lista de lugares a los cuales podría ir aunque no conocía ni la esquina de Underworld pero si quería que funcione tenía que arriesgarse.

▪︎ Un parque o zona verde, algo común pero siempre es buena opción caminar o hacer un picnic.

▪︎Restaurante, algo común pero infalible para platicar sobre sus propios intereses.

▪︎¿Algún baile?

Después de esas opciones se había quedado en blanco, no era lo mismo su mundo moderno a Underworld, por ejemplo no existían cines. ¿Invitarlo a tomar vino? Probablemente Eugeo no era fan del alcohol ¿Invitarlo a un combate? Sonaba tentador, muchísimo de hecho porque ese tema parecía gustarle pero en su primer encuentro por poco y muere.

Le estuvo dando vueltas al asunto quizás por una hora, hasta que logró decidirse, llegando a la conclusión que lo mejor para ambos era un picnic y luego entrenar un poco ¿Cómo se le ocurrió esta ingeniosa idea? Bueno, para comenzar había dado lástima en su primera batalla considerando que era un espadachín y en esta ocasión lo invitaría a luchar limpiamente sin comandos ni espadas especiales, únicamente de madera. Además, en su cena de hace ratos Eugeo mencionó que le gustaba el pay de miel pero rara vez lo comía porque solo una panadería lo horneaba, debido a su entrenamiento no podía fugarse para ir a comprar uno.

Resulta que Kirito tampoco iba a comprarlo, en su lugar lo haría. Ni siquiera era fan de la cocina pero al menos dos veces en su vida preparó pay de fresas así que confiaría en que su arte culinario conquistará el corazón de su amado.

Era la cita perfecta, tenía el potencial para que fuera un éxito y habiendo tomado esa decisión se quedó dormido plácidamente.

A la mañana siguiente se despertó antes de lo establecido, para ser más exactos a las 5 am, Eugeo llegaría en dos horas a buscarlo así que era tiempo suficiente. Se dirigió hasta la cocina en donde tuvo la suerte de encontrar los ingredientes principales, no perdió más el tiempo y puso manos a la obra.

Empezó haciendo la masa, luego agregó la miel y cuando era el momento de hornearlo se dio cuenta que no había horno. Entró en pánico pues en su plan perfecto había olvidado que Underworld no era un mundo actualizado pero si hacían pan ¿Cómo lo lograban? ¿Con leña?

-¿Puedo saber que estás haciendo?- preguntó el rubio, incorporándose a su lado

-Yo...- suspiró resignado- Quería prepararte un postre pero no sé cómo lograr que se cocine y en estos momentos deseo que la tierra me trague, perdón-

-Déjame ayudarte- 

El corazón de Kirito se aceleró al sentir como Eugeo se posicionaba justo detrás suyo, tan cerca que podía escuchar su respiración en el cuello.

C I N E M ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora