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Changkyun no sabía que decir. Yuha se acercaba a donde estaban ellos. Pausó la película y respiró con calma.

—Puedo explicarlo.

—Claro. —Jooheon miró a la pequeña que apoyaba su mano en la rodilla de Im.

—Yo... estoy cuidando de ella, no es mi hija, es de una amiga —aclaró nervioso. Jooheon no quitaba su semblante serio y relajado.

—¿Cómo te llamas? —preguntó observando a la pequeña a su lado.

—Yuha. —frotó sus ojitos y ladeó su cabeza. —¿Tú etaño? —Jooheon soltó una risita y negó.

—Oye, Yuha, ¿él quién es? —señaló.

—¡Papi Changkyun!

—¡No es así!

—Los niños no mienten.

—¡Pero sí se confunden! —Changkyun alzó a Yuha y la sentó en su regazo. —Yuha, yo no soy tu padre.

—¿No? —lo miró con ingenuidad.

—No. —sonrió— ¿De dónde sacaste eso?

—No sé. —rió —Tengo hambre, quiero comida.

—¿Tan rápido? Bien, espera aquí. —dijo sentándola en medio de los dos. —¿Podrías vigilarla?

—Claro. —Jooheon asintió y le sonrió a Yuha —¿Qué edad tienes —sonrió al ver los tres deditos en frente. —Eres inteligente.

—¿Tú llamas?

—Jooheon —extendió su mano —un gusto. —Yuha parecía confundida, no sabía qué hacer, vio a Jooheon con ojitos perdidos y él entendió —Así. —tomó su manita y la movió en saludo —tomas mi mano y saludas.

—Ahhh.

Al poco rato, Changkyun trajo un recipiente con comida y se lo extendió a Yuha, ella lo tomó emocionada y él acarició su cabello.

—Yo me iré, gracias por la película. —Jooheon se levantó del sofá y se dirigió a la puerta, Changkyun suspiró e hizo lo mismo para abrirla.

—Oye, si Minhyuk ve esto... —señaló con la cabeza hacia la niña. El mayor sonrió y negó.

—No te preocupes, él debe suponer que no es tuya. Te conoce más que yo. —Chang rió, era cierto. Minhyuk sabía que él nunca había tenido nada con nadie, patético, pero sí.

—Tienes razón.

—Bueno, nos vemos. ¡Adios Yuha! —rió al ver como la pequeña se despedía levantando su tenedor —Ah, y haz lo que te dije. Invita al idiota de mi primo.

—Lo haré.





Changkyun no podía creer cómo es que una niña de tres años estaba ganándole en adivina el animal.

—Esto está vendido. —bromeó sacándole una fuerte carcajada a Yuha.

—No adivinas.

—Claro que no. ¿Se supone que es un elefante? ¡Oye tú, eso no es una trompa! —Yuha no paraba reír al ver como Changkyun le gritaba al televisor.

Se estaban llevando bien, sin duda. Seunhe no llegaba, y eso le preocupaba un poco.

Bien, él quería a la niña. Pero no para que la dejaran durmiendo con él. No.

Como si hubieran leído sus pensamientos, el timbre sonó y los dos voltearon a la puerta. El castaño se levantó y abrió la puerta encontrándose con la madre de la niña.

Rubio equivocado // Jookyun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora