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—¡Ah! Eso arde.

—¿Quién te mandó a recoger vidrios con las manos? No seas niña y aguanta. —Changkyun gimió al sentir como Hyunwoo cubría sus heridas con alcohol. —Ah, y no terminaste de decirme.

—Verdad. Bueno, después de que nos quedamos viendo por un rato, llegó Seunhe.

—Arruinando el momento. —se quejó Hyunwoo, el menor rió y asintió.

—Vio los vidrios y se asustó. Le dije que ni era tan grave, y que tú me ayudarías luego.

—Como siempre Hyunwoo salvando vidas.

—Ella salió para buscar a la encargada de limpieza y...

—¿Qué?

—Él me abrazo. —Hyunwoo hizo una mueca de llanto y colocó más alcohol en las heridas. —¡Animal!

—Que dulce, y luego se fue ¿no?

—Sí, no sin antes sonreírme, claro.

—Basta, me haces quedar como el amigo soltero que lo único que hace es comer cereal y ver películas de los ochenta.

—Pero lo eres... ¡Ah! ¡Me callo, me callo!





—Jooheon, ¿por qué ese tal Changkyun salió lastimado del camerino? —preguntó Jeongyeon.

—Se cortó con unos vidrios. —suspiró —El muy tonto se creyó de hierro y los recogió con las manos. —Jeongyeon cerró los ojos al imaginarlo.

—¿Se volvió loco? ¿Acaso no sabe que no hay que hacer eso?

—No lo sé. Pero tú también lo hiciste. ¡Y yo tuve que curarte, llorona! —dijo Jooheon, Jeongyeon sonrió inocente y levantó dos dedos en señal de amor.

—Gracias, enfermero gruñón.

Jooheon bufó divertido, le dio un apretón a la mejilla de su hermana, esta se quejó y soltó un chillido.

Él no podría olvidar como Changkyun se aferró a su pecho y lloró. Se veía tan frágil y ¿Lindo?

No sabía lo que ocurría en la mente de Changkyun, pero estaba seguro de que no quería verlo así de nuevo. ¿Pero cómo?

O peor ¿por qué sintió la necesidad de besarlo?

Por suerte no fue así, no era tan idiota como para hacer eso de la nada. Pero de algo sí estaba seguro, quería hacerlo.

—Honnie— Llamó Kihyun saliendo de su habitación, se veía algo malhumorado, lo normal.

Los hermanos giraron, Kihyun se paró en frente de ellos y suspiró.

—¿Qué pasa? —dijo Jooheon.

—Hoseok, eso pasa. Al parecer se fue esta mañana a la casa de un amigo.

—¿Y cuál es el problema?— preguntó esta vez Jeongyeon.

—Tenía que ir a comprar un regalo para mi madre hoy y el muy maldito se llevó la camioneta.

—Oh...

—¿Y que tiene que ver con nosotros? —dijo Jooheon mientras robaba una de las gomitas a Jeongyeon, la chica le pegó en la mano y Kihyun suspiró, esos dos le causaban gracia.

—No quiero ir solo a eso... Pensé que... ¿Me acompañan? —Jooheon rió, aveces Kihyun llegaba a ser muy adorable.

—Yo no tengo problemas. —dijo el rubio— No me gusta salir, pero hoy raramente sí.

—¿Me quedaré sola? —Jeongyeon los vio abrumada, pero en realidad prefería quedarse y no hacer nada. —Bien.

Jooheon le sonrió, no le vendría mal una salida. Además, despejaría su mente y sacaría por un momento a Changkyun de ella.

Rubio equivocado // Jookyun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora