O8: Jin Ling. Parte 2.

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—Todo esto es tu culpa.

La voz de Jin Ling totalmente enojada se escuchó por lo bajo, su aliento acariciando mi cara en el momento que habló, claramente enojado ante la situación. Habían pasado menos de un día cuando finalmente luego de insistir tanto y casi hacer que sufriera de un derrame por enojarse tanto, me contara qué quería a hacer... A medias.

Habíamos decidido, o él había decidido, dirigirnos a un lugar que jamás dijo cuál es pero por la manera en la que parecía estar siempre alerta, después de una historias con partes con incoherencias sobre cómo había sido salvado por Mo XuanYu, y donde confesó que este le pidió perdón por algo que no comprendí también y que evité preguntar, me dijo que estaba siguiendo a alguien. Pero jamás dijo a quién.

Inconscientemente la duda que había entrado en mí, hizo que mis sentidos de alerta se activaran ante cualquier ruido en la ciudad en la que nos encontrábamos y ante un menos ruido, había atraído a Jin Ling de la manga de su túnica amarilla y lo había ingresado a un callejón.

—¡¿Qué haces?! —sin dejar que hiciera tanto ruido, le había cubierto la boca con una de mis manos, su rostro demostraba el enojo que sentía y lo confundido que se encontraba.

Inesperadamente en un leve forcejeo, que me hizo retroceder algunos pasos, terminamos en una especie de pelea silenciosa la cual tenía como fin hacer que el otro retrocediera y accidentalmente haciendo que nos encontraramos en la situación actual.

Me había caído de espalda gracias a Hada, quien se encontraba detrás de mis pies y como resultado —y de manera de venganza—, había atraído a Jin Ling por su larga coleta de cabello conmigo, si caía yo, caía él. Mi intento de quedar ocultos y en silencio se fue al diablo tan rápido como mi espalda se encontraba con el suelo duro y frío, incluso la arena la pude distinguir cuando mi otro brazo intentó inconscientemente apoyarse en este.

Pero todo empeoró en el momento en que mi plan de tumbar a Jin Ling se había en mi contra, su cuerpo impactando con el mío, su codo golpeando mi pecho y su otra mano yendo detrás de mi cabeza para evitar que esta se golpeara, por consecuencia, su cuerpo no tuvo apoyo y cayó de lleno hacia mí.

—Idiota —susurré adolorido.

El aire se me había escapado por completo y podía sentir las lágrimas casi saliendo de mis ojos mientras intentaba respirar tratando de conseguir el aire que más pudiera.

—Agradece que salvé tu cabeza —rápidamente ante la mención, su mano se retiró como si quemara, mi cabeza finalmente cayendo contra el suelo.

«Jin Ling, levántate», fue lo que quise decir sin embargo solamente pude hacer una mueca de dolor aún sintiendo como este quedaba en su lugar. Esto no era bueno.

Parecía que todo estuviera pasando de manera lenta que pude sentir el pecho de este al respirar juntandose contra el mío, podía sentir incluso su túnica rozar contra mis piernas y el mango de su espada presionando casi contra mi ombligo. Sentía que mi cara debía ser un poema porque la expresión de Jin Ling al mirarme se volvió confusa.

—¿Por qué tienes la cara...? —intenté empujarlo —¡Oye! ¡Espera!

Todo empeoró, si antes éramos un desastre, ahora lo era más. Volviéndose un enredo de piernas en un intento de levantarme, sus flechas cayéndose del carcaj. Mis manos no impidieron que algunas de ellas golpearan mi cabeza; en cambio, estaban ocupadas en el pecho de Jin Ling empujándolo repetidamente en un vano intento de separarnos.

El ruido que anteriormente había provocado que hiciera todo eso, se acercó y voces empezaron a aparecer y en mi último intento de alejarlo, recibí el grito de Jin Ling en todo mi oído: —¡Quédate quieto! ¡Estás empeorando todo!

𝐒𝐀𝐕𝐀𝐆𝐄 | mo dao zu shiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora